La Semana Santa de 2006

La Semana Santa del año 2006 ha terminado dentro de un tono general de medianía, que lejos de llevarnos a dar una opinión negativa, entendemos que ha supuesto un paso más en su consolidación, dentro de unos tiempos difíciles para la Iglesia católica y sus manifestaciones.

Estamos muy lejos de aquellos desfiles procesionales que salían a la calle en la década de los 60 de la pasada centuria, pero hemos contemplado unas procesiones dignas, con cierta seriedad entre los cofrades que han participado, si bien algunas de las hermandades han estado bajo mínimos en cuanto al número de los hermanos que han desfilado. Sobre todo nos acordamos de las de San Juan Evangelista y la Dolorosa, integrada en la presente ocasión casi exclusivamente por niños y niñas.

El nuevo paso del Resucitado, que fue bendecido unos días antes en la puerta de la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, ha gustado bastante.

Entendemos que es preciso potenciar la labor de la Junta Superior de Hermandades y Cofradías pasionarias, para que desde ella se estimule la labor de todas y cada una de ellas, para que como un efecto boomerang, sean éstas las que coloquen a la Junta en el sitio óptimo que todos deseamos.