Pregón de fiestas pasado por agua
La proclamación en Alguazas de reinas de las fiestas 2007, celebrada anoche, se esperaba con expectación por la polémica suscitada en torno a la figura del pregonero designado para esta ocasión. La presencia de Carlos Collado Mena, destacada figura del socialismo murciano, Presidente que fuera del Gobierno Autonómico de Murcia en el periodo 1984-1993, era considerada como un acto de campaña electoral, pero en el día de reflexión. Ello llevó, según leímos en La Verdad, en una disparatada reseña de M. Herrero, a presentar denuncia ante la Junta Electoral de Zona, que no suspendió el acto, pero sí impuso al señor Collado ciertos condicionantes. Con esa descabellada reseña que dio por celebrado un acto que aún no había tenido lugar, parece ser que se gafó aún más la esperada intervención del pregonero.
La gala, prevista para las 10 de la noche, al aire libre, en la llamada Plaza del Ayuntamiento, se retrasó en su comienzo algo más de media hora, cosa muy habitual en todos los eventos que se organizan en Alguazas. Poco antes, tuvimos ocasión de saludar brevemente a Carlos Collado quien después haría mención a nuestro encuentro.
Para entonces, y ya desde una hora antes, negros nubarrones se cernían sobre la Villa, presagiando tormenta, aunque el público acudió en buen número, hasta casi completar el aforo previsto de sillas. Las perspectivas no eran buenas, y cuando el cortejo de reinas y damas, salientes y entrantes salió de la Casa Consistorial, empezaron a caer las primeras gotas a la vez que un fresco airecillo hacía levantar entre los presentes comentarios barruntando lluvia.
Con lluvia débil fueron subiendo las bellezas al escenario y ocupando los sillones que tenían reservados, y llegado el momento se pidió la presencia del pregonero, que ascendió la rampa soportando el agua que caía. En esas condiciones, sin inmutarse lo más mínimo, fue desgranando su discurso, principalmente a base de noticias históricas, mientras surgían algunos paraguas y la gente empezó a marcharse. Poco después arreció la lluvia y alguien le proporcionó un paraguas, aunque él manifestó que no le importaba mojarse, que era agua lo que necesitamos. Tras continuar durante breves momentos, la presentadora le invitó a terminar, auque siguió impertérrito bajo la lluvia. No por mucho tiempo, ya que dado que todos se estaban mojando, que había que imponer las bandas a las chicas y mayores, y que no quedaba mucha gente, le obligaron a cortar su intervención, aunque le hicieron entrega de un obsequio y el Alcalde prendió sobre su solapa el escudo de oro de la Villa. Acto improcedente, pues el señor Collado Mena ya lo había recibido años antes de manos de Silvino Jiménez Alfonso, en acto público celebrado en el Cine Alfonso en 1988.
Poco después, la lluvia ceso prácticamente y la gala continuó, auque ya falta del calor de la gente, pues apenas quedaban los familiares de las reinas y damas y un nutrido grupo de fans de los artistas invitados.
La gala, prevista para las 10 de la noche, al aire libre, en la llamada Plaza del Ayuntamiento, se retrasó en su comienzo algo más de media hora, cosa muy habitual en todos los eventos que se organizan en Alguazas. Poco antes, tuvimos ocasión de saludar brevemente a Carlos Collado quien después haría mención a nuestro encuentro.
Para entonces, y ya desde una hora antes, negros nubarrones se cernían sobre la Villa, presagiando tormenta, aunque el público acudió en buen número, hasta casi completar el aforo previsto de sillas. Las perspectivas no eran buenas, y cuando el cortejo de reinas y damas, salientes y entrantes salió de la Casa Consistorial, empezaron a caer las primeras gotas a la vez que un fresco airecillo hacía levantar entre los presentes comentarios barruntando lluvia.
Con lluvia débil fueron subiendo las bellezas al escenario y ocupando los sillones que tenían reservados, y llegado el momento se pidió la presencia del pregonero, que ascendió la rampa soportando el agua que caía. En esas condiciones, sin inmutarse lo más mínimo, fue desgranando su discurso, principalmente a base de noticias históricas, mientras surgían algunos paraguas y la gente empezó a marcharse. Poco después arreció la lluvia y alguien le proporcionó un paraguas, aunque él manifestó que no le importaba mojarse, que era agua lo que necesitamos. Tras continuar durante breves momentos, la presentadora le invitó a terminar, auque siguió impertérrito bajo la lluvia. No por mucho tiempo, ya que dado que todos se estaban mojando, que había que imponer las bandas a las chicas y mayores, y que no quedaba mucha gente, le obligaron a cortar su intervención, aunque le hicieron entrega de un obsequio y el Alcalde prendió sobre su solapa el escudo de oro de la Villa. Acto improcedente, pues el señor Collado Mena ya lo había recibido años antes de manos de Silvino Jiménez Alfonso, en acto público celebrado en el Cine Alfonso en 1988.
Poco después, la lluvia ceso prácticamente y la gala continuó, auque ya falta del calor de la gente, pues apenas quedaban los familiares de las reinas y damas y un nutrido grupo de fans de los artistas invitados.
Etiquetas: Alguazas. Fiestas
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