Santa Visita de Monseñor Reig Plá
El obispo de la Diócesis de Cartagena don Juan Antonio Reig Plá, ha comenzado esta tarde una Visita Pastoral a la comunidad católica de Alguazas, que se prolongará durante los días 14 y 16 de febrero. Tal y como decíamos el pasado tres de este mismo mes, la última Santa Visita practicada por un obispo fue el 24 de junio de 1963, en que nos visitó el prelado don Ramón Sanahuja y Marcé. El programa de dicha Visita es el siguiente:
Miércoles 13 de febrero:
• 18:00.- Encuentro del Sr. obispo con las autoridades locales.
• 18:30.- Recepción al obispo en el templo parroquial de San Onofre.
• Misa estacional (1).
• Al terminar la Eucaristía, Asamblea Parroquial.
Jueves 14 de febrero:
• 10:30.- A partir de dicha hora, visita al I.E.S. “Villa de Alguazas”, y a los C.E.I.P. “Nuestra Señora del Carmen” y “Monte Anaor”.
Sábado 16 de febrero:
11:30.- Visita a los enfermos.
16:30.- Visita al Cementerio, y oración por los difuntos.
17:00.- Celebración de la Eucaristía, en la Ermita del Carmen.
18:00.- Visita a la Ermita de la Purísima. A continuación rezo de la Salve y encuentro con los jóvenes de la parroquia.
(1). Según el R. P. Andrés Azcárate, en La Flor de la Liturgia, una de las particularidades más características de la liturgia cuaresmal antigua era la Misa “estacional”, que tenía lugar todos los días, al atardecer, después de la hora de nona. Durante todo el día, el pueblo y el clero se dedicaban a sus ocupaciones habituales, pero cuando el cuadrante solar del Fórum marcaba la hora de nona, los fieles de toda la ciudad de Roma se dirigían a porfía hacia la iglesia estacional, a la que a menudo el mismo Papa acudía para ofrecer el Santo Sacrificio. Ordinariamente, la colecta o reunión se efectuaba en una de las basílicas vecinas, donde esperaban la llegada del Sumo Pontífice y de su séquito. Una vez éstos en la basílica, se revestía el Papa de sus ornamentos y subía al altar para rezar la colecta u oración de toda la asamblea. Terminada la cual iban todos en procesión a la iglesia “estacional”, al son de las letanías y precedidos por la Cruz procesional.
Allí, el Papa celebraba la Misa del día, en la que todos los asistentes ofrecían y comulgaban. Era ya la puesta de sol cuando el pueblo volvía a sus casas, satisfecho de haber ofrecido a Dios el sacrificio vespertino, como coronamiento de una jornada laboriosa, santificada por la oración, por la penitencia y por el trabajo.
Esta Misa “estacional” era la única que antiguamente había en cada población: por eso la celebraba el Pontífice con asistencia del clero y del pueblo. Como los de Cuaresma eran todos días de ayuno riguroso, todos esperaban en ayunas la hora de la Misa, para poder comulgar en ella. Después hacían su única comida, y los monjes completaban el oficio canónico cantando en sus monasterios las Vísperas. He aquí la razón de cantar Vísperas por la mañana antes de la comida, todos los días de Cuaresma, excepto los domingos, que no son de ayuno.
Miércoles 13 de febrero:
• 18:00.- Encuentro del Sr. obispo con las autoridades locales.
• 18:30.- Recepción al obispo en el templo parroquial de San Onofre.
• Misa estacional (1).
• Al terminar la Eucaristía, Asamblea Parroquial.
Jueves 14 de febrero:
• 10:30.- A partir de dicha hora, visita al I.E.S. “Villa de Alguazas”, y a los C.E.I.P. “Nuestra Señora del Carmen” y “Monte Anaor”.
Sábado 16 de febrero:
11:30.- Visita a los enfermos.
16:30.- Visita al Cementerio, y oración por los difuntos.
17:00.- Celebración de la Eucaristía, en la Ermita del Carmen.
18:00.- Visita a la Ermita de la Purísima. A continuación rezo de la Salve y encuentro con los jóvenes de la parroquia.
(1). Según el R. P. Andrés Azcárate, en La Flor de la Liturgia, una de las particularidades más características de la liturgia cuaresmal antigua era la Misa “estacional”, que tenía lugar todos los días, al atardecer, después de la hora de nona. Durante todo el día, el pueblo y el clero se dedicaban a sus ocupaciones habituales, pero cuando el cuadrante solar del Fórum marcaba la hora de nona, los fieles de toda la ciudad de Roma se dirigían a porfía hacia la iglesia estacional, a la que a menudo el mismo Papa acudía para ofrecer el Santo Sacrificio. Ordinariamente, la colecta o reunión se efectuaba en una de las basílicas vecinas, donde esperaban la llegada del Sumo Pontífice y de su séquito. Una vez éstos en la basílica, se revestía el Papa de sus ornamentos y subía al altar para rezar la colecta u oración de toda la asamblea. Terminada la cual iban todos en procesión a la iglesia “estacional”, al son de las letanías y precedidos por la Cruz procesional.
Allí, el Papa celebraba la Misa del día, en la que todos los asistentes ofrecían y comulgaban. Era ya la puesta de sol cuando el pueblo volvía a sus casas, satisfecho de haber ofrecido a Dios el sacrificio vespertino, como coronamiento de una jornada laboriosa, santificada por la oración, por la penitencia y por el trabajo.
Esta Misa “estacional” era la única que antiguamente había en cada población: por eso la celebraba el Pontífice con asistencia del clero y del pueblo. Como los de Cuaresma eran todos días de ayuno riguroso, todos esperaban en ayunas la hora de la Misa, para poder comulgar en ella. Después hacían su única comida, y los monjes completaban el oficio canónico cantando en sus monasterios las Vísperas. He aquí la razón de cantar Vísperas por la mañana antes de la comida, todos los días de Cuaresma, excepto los domingos, que no son de ayuno.
Etiquetas: Alguazas. Temas Iglesia
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