El acto de anoche en San Miguel
Como les habíamos anunciado el pasado jueves, ayer noche en la iglesia murciana de San Miguel Arcángel, tuvo lugar otro de los actos convocados con motivo del II Centenario de la muerte del escultor imaginero Roque López, ocurrida en 1811 con motivo de la epidemia de fiebre amarilla que asoló esta región.
Intervino en primer lugar el Catedrático de Arte de la Universidad de Murcia y Académico de la de Alfonso X el Sabio, Cristóbal Belda Navarro, quien hizo un breve esbozo de la Murcia de aquellos tiempos, significando la importancia de Francisco Salzillo y el cambio en la sociedad tras su muerte y años principales de don Roque.
Seguidamente, presentó al conferenciante, haciendo hincapié en sus portentosas facultades de trabajo y memoria, que le han permitido publicar, la mayor parte de las veces a costa de su propio bolsillo, una gran cantidad de obras que son muy apreciadas y valoradas por los especialistas en las diversas materias de que se ha venido ocupando hasta la fecha.
El reverendo don Francisco Candel Crespo, Académico C. de la Real Academia de la Historia y Cronista oficial de la Diócesis, en su amena y documentada exposición, demostró sobradamente que pese a sus 85 años de edad está en inmejorables condiciones para seguir ofreciéndonos nuevas aportaciones de su buen hacer.
Narró diversos aspectos de la vida de Roque López, desde su nacimiento en la Era Alta, hasta su muerte en la parroquia murciana de San Pedro, donde residía.
Lo más valioso de su intervención es la de haber dado luz a diversas obras del escultor que no estaban documentadas, y trazar el recorrido de las mismas desde los respectivos encargos y sucesivos poseedores, hasta el periodo 1935-1936, de tan infausto recuerdo, o hasta la actualidad en aquellas que pudieron superar el periodo iconoclasta.
Acabada su brillante intervención, que fue muy aplaudida, la profesora del Dpto. de Musicología del Conservatorio Superior de Música de Murcia y Doctora en Historia del Arte, Consuelo Prats Redondo, pronunció unas palabras para introducirnos en el concierto que tuvo lugar, a cargo de un cuarteto de bajones, cuyas partituras estaban en el archivo catedralicio, y que se han recuperado mediante la adquisición en Francia de los instrumentos necesarios, ya que en España dejaron de fabricarse hace mucho tiempo.
El concierto gustó mucho, aparte de por la novedad que supuso, porque los instrumentos de viento-madera, originarios del Renacimiento, proporcionan registros que recuerdan mucho a los del órgano.
Cerró el acto don Silvestre del Amor, párroco de San Miguel Arcángel, congratulándose de la brillantez de las intervenciones, de que su parroquia hubiese servido una vez más para actos de esta naturaleza, y de que el cabildo catedralicio hubiese podido mostrar así algunos de los tesoros que celosamente ha conservado.
Entre el numeroso público presente, el canónigo archivero de la Catedral de Murcia, don Jesús Belmonte Rubio; el Sr. Bohajar Agulló, hasta no hace mucho tiempo párroco de la Era Alta; el profesor Javier Artigas, destacado especialista en música de órgano; el Presidente de la Asociación de Cronistas Oficiales de la Región de Murcia, José Antonio Melgares; el Vicepresidente, Luis Lisón Hernández; y el C. O. de Puebla de Soto, Juan José Franco Manzano.
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