CON PLUMA AJENA...
Seremos pobres, pero nos gusta
Luis
del Pino
Carreteras
cortadas, decenas de miles de hectáreas de cultivo anegadas, pueblos inundados,
pérdidas millonarias... El mes de febrero más lluvioso en el norte de España
desde 1880, está despidiéndose con una riada de carácter histórico en las
comunidades de Navarra y Aragón. En la localidad de Tudela, el nivel del agua
ha alcanzado un metro de altura en el centro del casco urbano.
Y
mientras los agricultores navarros y aragoneses solicitan ayudas
extraordinarias por las inundaciones, los agricultores valencianos solicitan
ayudas por la sequía, que ha destruido ya numerosos cultivos. Los embalses de
Murcia están a solo el 37% de capacidad, los de Valencia al 34% y los de
Almería al 12%.
Solo
en el último MES, hemos tirado al mar por Tarragona un excedente de agua igual
al DOBLE del trasvase ANUAL previsto en el Plan Hidrológico Nacional, que el
PSOE derogó y que el PP no ha recuperado.
En
concreto, el Ebro ha evacuado por Tortosa en este mes 2.350 Hm3.
Descontando los 260 Hm3 del caudal mínimo ecológico que el delta del
Ebro necesita, quedan más de 2.000 Hm3, que hubieran podido
aprovecharse para surtir de agua a la España seca.
Para
que se hagan ustedes una idea, cada metro cúbico de agua permite obtener en el
norte de España algo menos de 1 euro en productos agrícolas. En el sur, se
pueden obtener 4 euros por metro cúbico. Y en algunas zonas, como los
invernaderos de Almería, se obtienen 14,2 euros en productos por cada metro
cúbico de agua utilizado.
Eso
quiere decir que, llevada a invernadero, el agua desperdiciada solo en este mes
hubiera permitido obtener productos agrícolas por un importe de entre 8.000 y
28.000 M€. Por no hablar de las necesidades de consumo humano, del desarrollo
turístico o de esos campos de golf que parece que a algunos les causan alergia,
pero que significan que los europeos de alto poder adquisitivo vengan a dejarse
su dinero en nuestro país.
Si
estuviéramos hablando de que el agua se aprovecha en el norte, no habría nada
que objetar. Pero es que esa agua se tira. Se tira a espuertas. Y no solo eso,
sino que sobra tanta, que encima las inundaciones son en el norte un problema
crónico.
¿Y
luego nos preguntamos que por qué tenemos tanto paro o por qué las pensiones
son de risa? ¿Cómo no van a ser de risa nuestras pensiones, si el dinero que
podríamos utilizar para subirlas lo tiramos al mar? ¿Cómo no vamos a tener un
paro galopante, si solo en este mes hemos tirado al mar por Tarragona una
cantidad de agua que permitiría crear más de 100.000 puestos de trabajo
directos y 300.000 indirectos?
Fue
el PSOE quien derogó en 2004, nada más llegar al poder, el Plan Hidrológico
Nacional, que hubiera permitido interconectar las cuencas y llevar el agua de
las zonas inundadas del norte a las zonas sedientas del sur. Pero es que el PP,
con mayoría absoluta, nada ha hecho por recuperar aquel plan o sustituirlo por
uno similar.
Estamos
gobernados, desde hace más de diez años, por una casta a quien su país y el
bienestar de los españoles no le importa ni poco ni mucho. O por lo menos no
les importa lo suficiente como para dejar de tirar al mar un dinero que tanta
falta nos hace.
¡Pobre
España que, pudiendo ser tan rica, se empeña en ser tan pobre!
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