Don Francisco Rivera Amorós, nuevo Hermano Mayor de los arrixacos
En el Cabildo General Extraordinario celebrado ayer noche en uno de
los salones de la Iglesia Parroquia de San Andrés – Santa María de la Arrixaca,
se nombró Hermano Mayor, por aclamación, a don Francisco Rivera Amorós, único candidato presentado.
Presidieron el Cabildo el reverendo don Antonio-José Carbonero Arias, como Consiliario de la «Real y Antigua
Hermandad de Damas y Caballeros de Nuestra Señora del Arrixaca»; don José-Antonio Melgares Guerrero, como
Hermano Mayor hasta ese momento; y don Francisco
Vivo García, en su calidad de Canciller (Secretario).
Abierta la sesión, el Sr. Consiliario invocó al Espíritu Santo, para
que clarifique nuestros debates y decisiones.
Seguidamente el Canciller leyó un escrito de agradecimiento y alabanza
a la labor realizada por el Hermano Mayor saliente, entre cuyos logros destacó
la restauración de la Sagrada Imagen, la declaración de la misma como B.I.C., y
las numerosas actividades de todo género que se han llevado a cabo bajo su
dirección y mandato.
Palabras que fueron rubricadas al terminar la lectura por un caluroso
y cerrado aplauso de los 27 asistentes.
Seguidamente intervino don José-Antonio
Melgares para agradecer esas palabras, exponiendo inmediatamente la
situación de la Hermandad cuando él tomó las riendas en 2011, las acciones
llevadas a cabo durante su mandato, entre las que destacan la difusión del
culto de la Virgen por numerosas ciudades y villas, la Magna Procesión de las
doce imágenes, y la peregrinación en rogativa al Real Alcázar Santuario de la
Santísima y Vera Cruz de Caravaca.
Añadió que es preciso dar paso a nuevas personas e ideas, entre las
cuales hay gente de mucha valía, que espera lo hagan muy bien a partir de este
momento durante su nuevo cometido.
Agradeció al Consiliario su comprensión y afecto, pese a la
divergencia de ideas que han tenido en algunos momentos; y a todos los demás
hermanos, su ayuda y amistad.
Le siguió en el uso de la palabra don Antonio-José Carbonero Arias, que mostró su esperanza en que todos
comprendiésemos cuales han sido sus ideas en todo momento, y reconoció que pese
a algunos “encuentros” con miembros directivos de la Hermandad, siempre había
encontrado posibilidad de diálogo y de colaboración mutua.
Dijo asimismo, que no tenía inconveniente en que la Hermandad
eligiese un consiliario accidental en aquellos momentos en los que él, por
diversos motivos, no podía hacerse cargo de sus obligaciones. Tal y como hasta
el presente se ha venido haciendo.
A continuación el Canciller comunicó, que en tiempo y forma solo se
había presentado una candidatura a la elección de Hermano Mayor, firmada por
don Francisco Rivera Amorós, y que pese a que los Estatutos solo obligan a la
presentación de dicha candidatura al aspirante a tal Hermano Mayor, él había
querido añadirle los nombre de todos los que le acompañarían en la Junta
Directiva; cuyos nombres fueron leídos, con los cargos que cada uno adquiriría
de ser elegidos.
Acaba la presentación del candidato, los asistentes lo eligieron por
aclamación unánime.
Tras dichos aplausos, el señor Melgares Guerrero se levantó de su
asiento, e invitó a don Francisco Rivera a ocuparlo.
Antes de consumarlo, don Antonio-José
pidió intervenir; y haciendo uso de la palabra contó algunas vivencias que a lo
largo de los últimos cuatro años habían sucedido entre él como Consiliario
“impuesto” por el señor Obispo, y algunos miembros de la Hermandad. Añadiendo,
que pese a ello, todo lo que los arrixacos querían lo habían conseguido de él.
Teniendo presente en sus manos el preceptivo aval, que como
Consiliario, debería prestar a los miembros de la directiva entrante, dijo que
lo iba a firmar, como si se tratase de un voto en blanco, en la confianza de
que ambas partes se esforzarían por llevar a buen término, y en armonía, los
futuros proyectos. Y llevando a cabo lo que decía, lo firmó seguidamente.
Con lo cual, de hecho y de derecho, el señor Rivera Amorós, quedaba
investido como nuevo Hermano Mayor. Por lo que pasó a ocupar el asiento que le
correspondía como tal. Recibiendo un abrazo del Consiliario.
Tuvo entonces unas palabras de agradecimiento para todos, y en
particular para algunos miembros de la directiva saliente, que han sido para él
maestros y ejemplos en los que mirarse. Por lo que había decido que en su junta
directiva varios de ellos continuasen como Vocales, para dar solera y firmeza a
la nueva junta.
Finalizó así el Cabildo Extraordinario, y como cierre los hermanos
presentes posaron complacidos para una foto de familia.
Luis Lisón
Hernández
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