Mi estimada amiga Cati Cano
Sarabia publicó hace unos meses su primer libro de poemas, bajo el
sugestivo título Un río de amores. La
obra, de casi cien páginas, recoge, además de unas breves notas bibliográficas
personales, medio centenar de poemas de diversa índole, que ella ha clasificado
en tres apartados: “Decires del alma”, “La Loma, río de añoranzas” y “Estrellas
en mi cielo”.
La edición ha corrido a cargo de editorial Azarbe y el Ayuntamiento de Las Torres de Cotillas, dentro de la
colección “A orillas del Segura”, de la cual es el volumen 19, que coordina el
notable poeta torreño Salvador Sandoval
López. La portada, muy sugerente, es de Andrés Campoy Alcolea.
Hace tiempo que conocemos las andaduras de nuestra paisana en estos
avatares, en particular por sus colaboraciones en las revistas de fiestas
patronales y Semana Santa. Y de algunos premios y distinciones que la han
galardonado.
Pero era preciso, y ella lo necesitaba, que surgiese un primer volumen
de sus creaciones poéticas, y este ha germinado dentro de las actividades en la
“Asociación Literaria Las Torres”, a la que pertenece desde sus inicios. Sus
amigos, y yo en particular, nos alegramos de ello.
En la selección que ha dado a la imprenta hemos notado ya cierta madurez,
verdadera y necesaria evolución positiva, pues sin duda habrá recogido certeras
indicaciones y sugerencias de alguien, que por su proximidad y formación
académica tiene con ella una imbricación perfecta.
He leído con
gusto esta obra que llegó a mis manos el pasado día de la Inmaculada, con su
atenta dedicatoria, y en verdad que algunas de las composiciones nos han
encantado. Conocer ciertas secuencias vivenciales de su vida particular y
familiar, desde la perspectiva íntima de sus sentimientos vernáculos, aumenta
mi afecto y estima a esta mujer, que siempre ha estado, junto con el profesor Joaquín Verdú Dólera (su esposo y mi
pariente), dentro de un selecto círculo de amistades entrañables.