Ayer tarde estuvimos en Alguazas, nuestro querido pueblo, para asistir
a los actos convocados como apertura de los de Semana Santa. Cuando junto con
mi esposa caminábamos por la calle Olmeda en dirección al templo parroquial, le
comentaba que era una ilusión cada año asistir a esa misa por los miembros
fallecidos de las cofradías y hermandades. Principalmente, porque mi padre (Antonio Lisón Madrona) lo fue durante
buena parte de su vida en la de Nuestro Padre Jesús Nazareno, con cuya túnica
de hermano lo amortajamos y dimos cristiana sepultura; y más este año que casi
ha coincido con el 46 aniversario de su muerte, ocurrida el 15 de marzo de
1972.
Y claro está, también por escuchar el pregón que nos iba a destinar Andrés Aráez Hernández, empresario de
moda, por su inquietud, laboriosidad y buen hacer.
Nunca ha tenido ocasión este cronista de conversar con el Gerente y Administrador único del Grupo de Empresas Aráez, que engloba a diversas marcas
reconocidas. Pero ello es lógico, si añadimos que nuestro paisano nació el 29
de abril de 1979, y recibió las aguas bautismales el 13 de mayo siguiente, en
la parroquial de san Onofre. Por aquel entonces hacía bastantes años que yo
residía fuera de Alguazas.
Como decíamos al principio, la misa por los hermanos difuntos fue
oficiada por el reverendo don Julio
Romero Fernández, cura párroco de la Villa.
Tras la ceremonia religiosa, hizo su entrada en el templo la Banda de Tambores y Cornetas “Samaritana”
de Alguazas, cuyos aproximadamente 80 miembros se colocaron en la capilla de
Nuestra Señora del Rosario “Aparecida” y en su entrada. Una vez instalados
convenientemente, interpretaron dos marchas: “Cristo del amor” y “Soledad de
San Pablo”.
Acabada esta introducción musical, tomó la voz Antonio-Ángel Gallego Sánchez, Presidente de la Junta de
Hermandades y Cofradías de Semana Santa, que tras unas palabras ilustrativas
sobre las festividades que se acercan en los próximos días, procedió a
presentar al Pregonero de este año, con algunos detalles sobre su vida y
trayectoria profesional.
Y así, sin más preámbulo, llegó el turno para Andrés Araéz, que en primer lugar agradeció el honor que se le
hacía al designarlo para tan gratificante labor. Seguidamente relató sus
primeros recuerdos de la Semana Santa, mencionado entre otras cosas a Ángel Pineda y su tractor. Dijo, que la
Semana Santa le traía recuerdos de las comidas de esos días, y de sus amigos.
Contó también sobre su pertenencia a esta Banda de la Samaritana, y de cuando
algunos miembros fueron a la ciudad de Granada, a perfeccionarse en algunas
cosas de los desfiles pasionarios.
El eje central de su pregón fueron algunas estampas de la Semana Santa
alguaceña, a través de cada uno de sus días más señalados. Añadiendo, que lo
que más le ha gustado siempre ha sido la festividad del Domingo de
Resurrección, y en particular, la Virgen de la Alegría, a la que profesa mucho
cariño y afecto.
Quiere que este afecto continué en la familia, y por ello estaba
inculcando los valiosos valores que encierra, a su pequeño hijo Andy.
Acabado el pregón, que fue más breve de lo habitual, y tras recibir un
cálido aplauso de todos los presentes, el Presidente de la Junta de Hermandades
y Cofradías le hizo entrega de un obsequio, que simbolizaba a un nazareno.
También se hizo entrega a Mariluz,
su esposa, de un bonito ramo de flores.
Le siguió en el uso de la palabra el Alcalde de Alguazas, que en resumen, dedicó una serie de agradecimientos
a todos los que colaboran con las festividades, y de ofrecimiento corporativo.
Para cerrar el turno de intervenciones, el cura párroco pronuncio unas breves palabras, para decir, que de
todas las fiestas y festejos que se celebran en Alguazas a lo largo del año,
las de Semana Santa son las más importantes; para añadir, a continuación, que
todo había que centrarlo en el amor, y en mantener las tradiciones.
Cerró el acto la citada Banda
“Samaritana” de Alguazas, con otras tres marchas, de las que comprenden su
extenso repertorio: “Madre”, “En el cielo de tu gloria” y “Sentimientos vitales”.
Tras ir desapareciendo el atronador sonido que retumbada en todo el
recinto del templo, llegaron las felicitaciones al Pregonero, y las habituales
“fotos de familia”.
Tras pasar a
la Sacristía a saludar a don Julio
Romero, emprendimos el regreso a la ciudad de Murcia, mientras unas gotas
de lluvia caían desde lo alto.
Luis
Lisón Hernández
Cronista
Oficial de Alguazas