Bascuñana pregonero de Ojós y sus fiestas
La bella localidad valricotí de Ojós, acogió en la noche del sábado la presencia de Joaquín Bascuñana, Consejero de Obras Públicas, Vivienda y Transportes, que pronunció el Pregón de las Fiestas 2006, haciendo un encendido elogio de las mismas y del singular marco que las acoge.
El alcalde de la Villa, Paco Salinas, hizo la tradicional presentación, destacando en el pregonero su amor por esta tierra y las importantes obras que está llevando a cabo su consejería, para que este valle sea cada vez más habitable y accesible a todos.
Bascuñana comenzó su intervención narrando los orígenes conocidos de Ojós, que se remontan al periodo de dominación islámica en España, para resaltar después el impacto que produce tras una serpenteante ruta encontrarse con el denominado “Salto de la Novia” y las remembranzas que suscita. Así llegó hasta el paraje de la rambla del Sorvente, mítico lugar donde celebraban las reuniones más importantes los concejos de estos pueblos. Paisajes, dijo, que con tanto acierto ha plasmado en los lienzos la pintora local Adela Banegas. Ni olvidó señalar la realidad que representa el que Ojós sea un museo natural del agua, enumerando con minuciosidad y conocimiento, muchos de los elementos naturales que lo componen.
Centrándose en las fiestas, evocó entre el placentero regusto de las personas presentes, singulares aspectos de las mismas en épocas pasadas, destacando las “enramás” que los jóvenes colocaban en la fachada de la vivienda de la moza amada, los cardos sanjuaneros cuya flor se quemaba en espera de obtener buenos augurios, la llegada del “tío de la pita”, los paseos de los novios bajo la atenta mirada de la suegra o algún otro familiar, la tan deseada llegada de los turroneros, los paseos por el Barranco, la concurrencia masiva al bar de Antonio, las añejas carreras de cintas arrolladas a un trozo de caña cuya obtención suponía el beso de una guapa moza, y, como no, la exquisita presencia de los bizcochos borrachos, elaborados artesanalmente por el “Lino” y cuya tradición siguieron religiosamente sus hijos Jesús y Rosalía.
Finalmente, tras invitar a los presentes y ausentes a dar rienda suelta a la alegría, estando todos juntos, con ardor, pero no exento de mesura, acabó su intervención recitando algunos versos del himno a San Agustín. El Consejero, que fue muy aplaudido tras su intervención, recibió, junto con su esposa, diversos obsequios que le ofreció la Corporación Municipal.
Como cierre del acto, las chicas de la Academia de Ballet “Tanta”, interpretaron sobre el escenario diversas coreografías de su repertorio.
El alcalde de la Villa, Paco Salinas, hizo la tradicional presentación, destacando en el pregonero su amor por esta tierra y las importantes obras que está llevando a cabo su consejería, para que este valle sea cada vez más habitable y accesible a todos.
Bascuñana comenzó su intervención narrando los orígenes conocidos de Ojós, que se remontan al periodo de dominación islámica en España, para resaltar después el impacto que produce tras una serpenteante ruta encontrarse con el denominado “Salto de la Novia” y las remembranzas que suscita. Así llegó hasta el paraje de la rambla del Sorvente, mítico lugar donde celebraban las reuniones más importantes los concejos de estos pueblos. Paisajes, dijo, que con tanto acierto ha plasmado en los lienzos la pintora local Adela Banegas. Ni olvidó señalar la realidad que representa el que Ojós sea un museo natural del agua, enumerando con minuciosidad y conocimiento, muchos de los elementos naturales que lo componen.
Centrándose en las fiestas, evocó entre el placentero regusto de las personas presentes, singulares aspectos de las mismas en épocas pasadas, destacando las “enramás” que los jóvenes colocaban en la fachada de la vivienda de la moza amada, los cardos sanjuaneros cuya flor se quemaba en espera de obtener buenos augurios, la llegada del “tío de la pita”, los paseos de los novios bajo la atenta mirada de la suegra o algún otro familiar, la tan deseada llegada de los turroneros, los paseos por el Barranco, la concurrencia masiva al bar de Antonio, las añejas carreras de cintas arrolladas a un trozo de caña cuya obtención suponía el beso de una guapa moza, y, como no, la exquisita presencia de los bizcochos borrachos, elaborados artesanalmente por el “Lino” y cuya tradición siguieron religiosamente sus hijos Jesús y Rosalía.
Finalmente, tras invitar a los presentes y ausentes a dar rienda suelta a la alegría, estando todos juntos, con ardor, pero no exento de mesura, acabó su intervención recitando algunos versos del himno a San Agustín. El Consejero, que fue muy aplaudido tras su intervención, recibió, junto con su esposa, diversos obsequios que le ofreció la Corporación Municipal.
Como cierre del acto, las chicas de la Academia de Ballet “Tanta”, interpretaron sobre el escenario diversas coreografías de su repertorio.
Etiquetas: Valle de Ricote
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