Santa María de la Arrixaca. Imagen antigua, milagrosa y batalladora
La Real Academia de Bellas Artes de Santa María de la Arrixaca finalizó
esta tarde los actos programados en honor a su excelsa patrona, que se han
venido desarrollando durante los tres últimos jueves. En la sesión postrera “Santa
María de la Arrixaca. Una presencia en Murcia desde el siglo XIII a la
actualidad”, intervinieron en una mesa redonda Francisco de Asís Veas
Arteseros, José Antonio Melgares Guerrero y Juan Antonio Fernández Labaña. La
presentación de los ponentes corrió a cargo del profesor de Arte y Académico de
Número, Germán Ramallo Asensio.
El profesor Veas Arteseros comenzó su intervención confesándose lorquino
y como tal, cofrade del Paso Blanco, lo que lleva unido un profundo amor por la
Virgen. Cualidad que en su aspecto de amor sin límites era común en el sentir
de las gentes del medievo. Tal presencia se constata también en los documentos
reales, que la colocan en la introducción como abogada. Es decir: La Virgen es
una colaboradora necesaria. Incluso en la guerra, donde reyes y dirigentes la
llevaban consigo y la instalaban en sus campamentos. Era la denominada Socia Belli. Todo ello envuelto en
leyendas y tradiciones, que en parte desmienten recientes investigaciones. Finalizó
su intervención manifestando que la Virgen siempre estuvo presente en el afecto
y espiritualidad de los murcianos.
El Cronista José Antonio Melgares, inició su charla resaltando que
tanto antes como ahora falta documentación que pruebe muchas de las cosas que
se han venido manteniendo hasta hoy. Por todo ello no hay garantías de que la
actual imagen conserve su aspecto primitivo. Continuó narrando la influencia
que tuvieron los frailes agustinos, que lograron hacerse con la custodia de la
talla, y llevarla consigo en sus distintos traslados conventuales por San Antón,
barrio del Arrixaca, ermita de San Sebastián y el nuevo convento que edificaron.
Ellos mantuvieron diferentes pleitos con el Cabildo catedralicio, a causa de
las duraderas ausencias de la Virgen, pedida para rogativas de muy diversa índole
y otros actos de culto. También resaltó el apoyo permanente del Concejo, que
surtió en todo tiempo del aceite necesario para el alumbrado y culto, como “propietario”
de la imagen. Los intereses particulares del Cabildo por tener una imagen y los
nuevos gustos que surgieron en la segunda mitad del siglo XVII y primera del
XVIII, propiciaron que la Arrixaca fuese transformada en una imagen de vestir. Pero
la llegada de la Desamortización, supuso el abandono de la antigua Patrona, lo
que unido a unos derrumbes en su capilla ocasionaron el “destierro” en un armario,
donde muy cambiada y maltrecha la localizaría Javier Fuentes y Ponte, que encargó
de su restauración a Francisco Sánchez Araciel, y promovió de nuevo su culto público
creando una Hermandad de Devotos que hasta el día de hoy se han venido ocupando
de rendirle pleitesía y organizar su fiesta anual.
Juan Antonio Fernández Labaña, uno de los técnicos encargados en la
reciente restauración de la talla, comenzó su intervención manifestando que se
encontraron muchas cosas dentro de la Imagen. Ello llevó consigo el hacerse muchas
preguntas, que solo en parte se han podido responder. Precisó que al menos ya
se sabe con certeza que la talla fue realizada en madera de nogal, y que en sus
orígenes María estaba sentada sobre un trono de color rojo. Añadió, que a lo
largo de los siglos la imagen ha sido policromada en multitud de ocasiones,
perdiendo a lo largo de ellas la policromía original, en diversos colores, para
quedar, finalmente, con el aspecto dorado que hoy la conocemos. Para corroborar
sus palabras presentó una diapositiva de Nuestra Señora de San Gil, de
Zaragoza, en la que sin ser un experto en la materia se observan, claramente, muchas
similitudes con nuestra Arrixaca. También habló sobre la tapa posterior,
realizada en el siglo XVIII con madera de pino. Y de las distintas
intervenciones anteriores, que el proceso de restauración ha puesto al descubierto.
Todos los ponentes fueron muy aplaudidos al término de sus intervenciones,
por un público numeroso, que hizo insuficiente la capacidad del local. A todos
ellos, y a los que en jornadas anteriores habían intervenido (Clara Fernández
Ladreda y Germán Ramallo Asensio), agradeció sus intervenciones el Director de
la Real Academia, Excmo. Sr. don Francisco Marín Hernández, que fue el
encargado de clausurar el brillante ciclo.
Entre los asistentes, los Cronistas Oficiales de Alguazas, Archena, Era
Alta, Ojós, Puebla de Soto y Sucina; y el señor Páez Burruezo (Subdirector) y
otros académicos de la de Bellas Artes.
Luis Lisón Hernández
Vice Hermano
Mayor de los “Arrixacos”
Etiquetas: Murcia
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