Charla en Sucina sobre la Virgen de la Arrixaca
Ayer tarde,
tal y como estaba previsto, tuve el placer de dar una charla [Algunas
noticias sobre la Virgen de la Arrixaca] en la pedanía murciana de
Sucina, como preparativo ambiental ante la inminente llegada a la localidad de
la venerada imagen de Nuestra Señora de la Arrixaca que, como muchos sabéis,
peregrina desde hace algún tiempo por los diversos pueblos de nuestra región
(ciudades, villas y lugares) de la que desde al menos el siglo XVI recibe el afecto
y veneración de los moradores del antiguo reino, hoy, lamentablemente, tan
recortado y disminuido.
El acto tuvo
lugar en el templo parroquial de Nuestra Señora del Rosario, momentos después
de repartir la eucaristía, en un templo que estaba prácticamente lleno de
sucineros, deseosos de conocer sobre el pasado y el presente de tan egregia
imagen. En lugar preferente estaba colocado el estandarte de la Real y Antigua
Hermandad de Devotos de Nuestra Señora de la Arrixaca, que permanece allí desde
hace unos días, y que continuará hasta que acabe la peregrinación prevista para
los días 18 al 20 del presente mes de noviembre.
Tras agradecer
la presencia del reverendo cura párroco don José Joaquín Izurzu Satrústegui,
del Hermano Mayor de la Hermandad local de Nuestra Señora del Rosario, resto de
miembros de la junta directiva, y demás personas presentes, empecé la charla
analizando las diversas interpretaciones que se han dado sobre la antigüedad de
la imagen y su procedencia, decantándonos por la de que ya estaba aquí, en el
arrabal de la ciudad, o Arrixaca, cuando el primero de mayo de 1243 llegó a
Murcia el Príncipe Alfonso; pues así lo manifiesta él en su cantiga número 169,
donde narra las diversas vicisitudes por las que pasó la imagen y su ermita en
aquellos difíciles años que supusieron el cambio de dominación en estas
tierras.
Tras exponer
algunas consideraciones sobre la propia imagen, respecto a su iconografía,
materiales empleados, técnica, dimensiones y cronología, que nos han ofrecido
los técnicos que la han estudiado y trabajado sobre ella; referí algunas
pinceladas respecto a la situación en la ciudad en el periodo 1243-1266, la
constitución del concejo llamado Murcia la Nueva, establecido en la zona que
hoy ocupan el barrio de San Juan Bautista y la Condomina, y la restauración
definitiva del concejo tras la llegada de Jaime I “el Conquistador” que vino, a
petición de su yerno, para sofocar el levantamiento que se había producido en
1264.
Seguidamente
ofrecí algunos datos sobre la Virgen y su culto en los siglos finales de la
Edad Media, donde las referencias apenas se ocupan de ella si no es para
relatarnos que era sacada en procesión de rogativa, con motivo de epidemias de
diversa índole, y las habituales sequías por faltas prolongadas de lluvias.
Entramos
entonces en el relato de la antigua ermita, de su patronazgo por la familia de
don Francisco Molina, la cesión a la comunidad de los frailes agustinos para
que construyesen un nuevo convento, los favores que dispensaba a su Patrona el
ayuntamiento de Murcia y los cambios a que fue sometida la imagen en aras de
darle mayor tamaño y prestancia.
También conté
algunas cosas sobre el supuesto y nunca demostrado acuerdo de nombrar como
Patrona de la Ciudad a la Virgen de la Fuensanta, de cómo durante décadas ambas
compartieron ese título honorífico de los murcianos, y de cómo con la ominosa desamortización
de bienes eclesiásticos, el convento fue destruido, la capilla de la Arrixaca
expoliada y saqueada, y de cómo, finalmente, el obispo concedió lo que quedaba
a la antigua y desaparecida parroquia de San Andrés, que era poco más o menos
la antigua iglesia del convento y su preciada capilla aneja.
En otro
momento de la charla conté como en 1636, y a petición del prior de los
agustinos, acordó la creación de una hermandad de caballeros regidores,
que asistan a la veneración de esta santísima imagen, cuya creación y
puesta en funcionamiento se encargó a los regidores don Juan de Zaballos, don
Francisco Rocamora, don Tomás Martínez Galtero y don Gregorio Gascón Saorín.
Aquella hermandad pasó al olvido con los avatares que sobrevinieron en el siglo
XIX, y no sería hasta los años 1884-1886 cuando se recuperó de un abandonado
armario la antigua imagen, se acordó su restauración por don Javier Fuentes y
Ponte, con asesoramiento, entre otros, de don Aureliano Fernández Guerra y
Orbe, académico de la Historia. Cuya tarea material llevó a cabo el escultor
Francisco Sánchez Araciel, que no alteró la talla, pero sí volvió a lo que
supusieron primitivo estado algunas partes de la imagen. Que no ha mucho ha
sido restaurada de nuevo, y declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
Dedicamos
también algunos momentos de nuestra charla a contar varios milagros que se
atribuyen a la Virgen de la Arrixaca, empezando por los que narra el propio Rey
Sabio en su citada cantiga 169, y continuando con la larga serie que relata, con
conocimiento y minuciosidad por el presbítero don José Villalba y Córcoles en
un libro que escribió hacia
1730.
Finalicé la
exposición con algunas notas sobre las fiestas que en honor a la antigua
patrona se vienen realizando desde 1886, y de cómo la actual Junta Directiva de
la Hermandad, ha querido potenciar su culto y veneración llevando la imagen en
peregrinación por toda la región de Murcia, a petición de los párrocos que así
lo soliciten, y con un notable éxito de espiritualidad religiosa hasta el
momento.
Luis Lisón
Hernández
Cronista Oficial de
Sucina, y
Vice-Hermano Mayor de
la Hermandad
Etiquetas: Familia Lisón Briones, Sucina
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