Como manda la tradición, esta mañana ha tenido lugar en Alberca de las
Torres, la varias veces centenaria costumbre piadosa de proceder a la bendición
de la simiente del gusano de seda.
Poco después de las diez de la mañana ha partido desde las
instalaciones de la Peña Huertana “La Seda”, sita en el Carril de la
Villa de Alberca de las Torres, la romería de integrantes de la misma y otros
simpatizantes, encabezados por el guión de la peña y los estandartes de las
Cofradías del Perdón, de San Pedro del Pinatar, San Antolín, de Murcia y de la
propia localidad.
También, como grupo invitado, la Peña Huertana “El Ciazo” de Torreagüera, con
su grupo de coros y danzas.
En el cortejo no podía faltar la sagrada imagen del Cristo del Perdón, que custodian los de
la seda, por atención que en su día tuvo con ella la Estación de Sericicultura
(La Sericícola”).
Tras el trono, le presidencia, encabezada por el “Embajador de la Seda
2020”, don Fulgencio Perona Paños,
Director General de Medio Natural, de la Comunidad Autónoma de la Región de
Murcia. También el Presidente de la Junta Municipal Local, Francisco Ayuso Aliaga.
Durante el recorrido, amenizado por los cantos y bailes de las citadas
peñas, se hizo “estación” en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario, para efectuar la habitual ofrenda de
flores, y más tarde en las instalaciones del IMIDA (antigua “Estación
Sericícola”).
Poco después de las 12 del mediodía, los romeros hicieron su entrada
en el recinto del Convento de Santa
Catalina del Monte, donde penetraron también un par de carros, tirados,
respectivamente, por un burrico y una pareja de bueyes. Dando con ello a los
presentes una imagen verdaderamente huertana.
Alrededor de las doce y media varios miembros de la comunidad
franciscana aderezaron lo necesario para disponer la mesa de altar, y el padre Fr.
Francisco Fresneda Martínez OFM,
ofició la santa misa en el trascurso de la cual procedió a bendecir la simiente
que le presentaron, pronunciado una sentida homilía donde puso de manifiesta
que aunque la ceremonia parecía sacada de contexto ya que ahora no vivimos de
la seda, no dejaba de tener su razón de ser, y más coincidiendo con estas
fechas cuaresmales, tan llenas también de simbolismo, de pasión, muerte y
resurrección.
Al finalizar el sacrificio, el portaestandarte de la Hermandad del
Cristo del Perdón de Alberca de las Torres dirigió una sentida
plegaria a la sagrada imagen. Y los grupos de coros y danzas allí presentes
ofrecieron una muestra de su arte.
Por mi parte, como Cronista Oficial de la Peña Huertana “La Seda”, y
como miembro fundador de ella, fue una satisfacción muy sentida el que este
año, una vez más, y van casi 50, pudiese visitar aquel sitio tan entrañable en
compañía de mi esposa; y a la vez poder saludar a tan queridos amigos.
Luis Lisón Hernández