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lunes, 2 de noviembre de 2020

YO NO SÉ MADRE

 


Ahora que ya no te tengo, madre,

no puedo entender este desamparo mío

ni ese querer volver a la infancia

y no sé por qué en su solo día

ha llegado a  envejecer el alma mía.

 

Yo no sé, por qué siento angustia, madre,

y me estremezco de  frío y espanto,

y me duele tanto, tanto el corazón;

y por qué afloran lágrimas a mis ojos

como si fuera natural el llanto.

 

Yo no sé, por qué me pesan los años

y mis hombros  ya no soportan 

ni la suave brisa del verano;

si a tu lado todo el peso del mundo

era tan dulce y liviano…

 

Yo no sé, por qué se fue contigo

la claridad del día

y por qué mi alma espera la noche

para soñarte en vano;

si en el cielo el sol sigue brillando

desde el cenit al ocaso.

 

Y no sé, por qué van mis pasos

hasta la morada donde reposas,

adonde van mis besos y mis rosas,

adonde te hablo de tantas cosas…

adonde creo que juntas rezamos tu rosario

y con eso,¡ madre mía!,  solo con eso,

encuentro consuelo a mi calvario.

Pub. por Katy Cano Sarabia, en Un río de amores.