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sábado, 12 de junio de 2021

Iráido Hernández González

 

En el Hospital General de La Palma, donde estaba internado desde unos días antes, falleció ayer, a los 78 años de edad mi primo-hermano Iráido Hernández González, que nació el dos de noviembre de 1942 en el barrio o pedanía de Las Tricias, perteneciente al municipio de Garafía.

Era el tercer hijo del matrimonio formado por José-Laureano Hernández y Hernández y Faustina González Rodríguez. Le habían precedido sus hermanos Otilia (que falleció soltera) y Eutimio (que marchó a Venezuela, donde casó y procreo a una media docena de hijos).

Iráido ha permanecido soltero hasta el fin de sus días, y se ha dedicado siempre al cultivo de sus tierras y a la crianza de algunos animales domésticos, principalmente gallinas, conejos y cabras.

En su mocedad era muy aficionado al fútbol, jugando en el equipo de su barriada, innumerables partidos amistosos. Desconozco si aquel equipo llegó a estar federado. He visto publicadas en Internet algunas fotos de aquel equipo, entre cuyos componentes está mi primo.

En agosto de 1985 le conocí en su casa, a la vez que a su padre y hermana, pues su madre, Faustina, había fallecido ocho meses antes de mi visita. No le volví a ver, aunque sí que hemos conversado muchísimas veces a través del teléfono. Y aunque digo conversé, en realidad era muy difícil sacarle varias palabras seguidas. Si le preguntaba por la familia, solía contestar: -Parecido. Y si inquiría noticias del tiempo que allí hacía, me contestaba: -Más o menos.

En diversas ocasiones me he servido de Street View, el impagable servio de Google Hearth, para viajar hasta su casa por la carretera que desde Las Tricias conduce a Santo Domingo, por una intrincada carretera de interminables curvas. Como el citado edificio está al borde de la ruta, en la margen derecha, me he recreado contemplando las imágenes, superponiéndolas con mis recuerdos de aquel lejano año.

Cuando por problemas de salud ya no podía permanecer en su domicilio, fue ingresado en la “Residencia Tercera Edad”, del cercano municipio de Puntagorda. Allí ha permanecido algunos años. Y según las referencias que tengo, ha sido muy bien tratado y cuidado por los miembros de la plantilla de aquel geriátrico. A todos los cuales muestro públicamente, desde aquí, mi agradecimiento.

Su adiós definitivo ha llegado desde el pintoresco edificio del Hospital situado en Breña Alta, cuya vista nos ofrece con relativa frecuencia Juan –Arturo desde LA PALMA TV. También en Santa Cruz de La Palma había fallecido su padre, hace ahora treinta años.