La Biblioteca Regional: Un desastre

CERRADO POR VACACIONES

No se puede imaginar Fernando Armario Sánchez, cuánto lo echamos de menos los usuarios de la Biblioteca Regional de Murcia, pues desde que renunció al cargo de Director de la misma, la institución, que tanto prestigiara, no levanta cabeza. Particularmente en lo que se refiere a horario de servicio al público.

Pensaba yo, cuando trasladé mi residencia a sus proximidades, que estaría tan a gusto disfrutando de sus prestaciones. Pero he llevado una gran decepción. La Biblioteca se cierra por el más mínimo motivo. Y en ocasiones sin motivo alguno. Esta tarde ha inaugurado un servicio especial para todas aquellas personas que aprovechando las vacaciones disponen de más tiempo para leer, usar la hemeroteca, la sección de DVDs, etc. O simplemente para llevar a los niños, donde, aparte de estar entretenidos, podrían hacer algo de provecho. El nuevo servicio consiste en que va usted y se da con la puerta en las narices. Es decir, que solo abre por las mañanas. Y claro está, anulado también el servicio de apertura en las mañanas dominicales.

He tenido la curiosidad de acercarme hasta ella para comprobar personalmente cómo un rosario de usuarios se llevaba un disgusto al enterarse de la faena. Los comentarios que se escuchaban eran para todos los gustos, particularmente de aquellos que venían cargados con material prestado para devolver. A esto no hay derecho, y hay que decirlo. La Biblioteca es un servicio público, y como tal debe estar a nuestro servicio, y no al de su Director, y empleados. Sus merecidas vacaciones deben solventarse de otra manera. Políticos tenemos que elegimos y pagamos, pero no para que nos hagan estas faenas.

En otras ocasiones me he acercado a consultar algún periódico, pero sobre todo, si se trata de “La Opinión”, es tarea casi imposible. Y en bastantes ocasiones no logro ver en todo el día dónde está el ejemplar. Como anécdota les contaré, que en cierta ocasión, me personé en la Biblioteca media hora antes de que abriera las puertas. Quería estar el primero para ver qué pasaba con dicho diario. Pues bien, cuando abandoné el recinto hacia las 13:30, no había aparecido aún. Regresé por la tarde, y también con resultado negativo. Otras veces aparece alguien con él a media mañana. Desde luego yo no sé de dónde sale entonces.

Otra cuestión de dicha hemeroteca (sala de lectura de prensa diremos mejor), es la gente que coge el periódico y se marcha de allí a otros sitios a leerlo. Algunas veces me he quejado de ello, e incluso pusieron un cartelito prohibiendo dicha acción, pero como nadie la vigila, pues no se cumple. Luego, el tal periódico aparece o no, y si aparece, a veces es sin alguna hoja o pedazo de ella.

Mi queja no servirá de nada, pero entiendo que no debo guardar silencio ante este atropello.