Tomás Ruiz Cánovas, «Hijo adoptivo de Yecla»

Entre mis satisfacciones de este pasado fin de semana, está la noticia de que a mi estimado amigo Tomás Ruiz Cánovas, le ha dido otorgada la distinción de «Hijo adoptivo de Yecla». Creo recordar que fue hacia el nueve de mayo, cuando aquel consistorio tomó el acuerdo de otorgarle la distinción, tras el correspondiente expediente que consta en el Reglamento de Honores y Distinciones.

Se adhirieron a la propuesta municipal cerca de cuarenta asociaciones y sociedades de ámbito municipal (educativas, religiosas, tradicionales, culturales, deportivas y sociales) así como de la propia Consejería de Educación Formación y Empleo de la Región de Murcia, a través de su titular, Constantino Sotoca o del Alcalde del Ayuntamiento de Murcia, Miguel Ángel Cámara.

Conozco a Tomás desde hace muchos años, pues suele frecuentar los archivos y bibliotecas murcianos en busca de noticias sobre temas de su interés. Atento, afectuoso, cordial y siempre dispuesto a colaborar, nuestra amistad se fue acrecentando con el paso del tiempo.

En sus orígenes, Tomás no era de nuestra tierra, pues vio la luz primera en el municipio malagueño de Casabermeja; localidad que fundaron nuevamente los Reyes Católicos, tras su despoblamiento “en tiempo de moros”. Pero un buen día llegó a Yecla como docente, y allí enraizó para siempre, aunque también gusta de vivir en Murcia, sobre todo en las épocas de frío invierno.

El acto solemne de la entrega del correspondiente título enmarcado, tuvo lugar el sábado día 12, a mediodía, en el Auditorio Municipal, donde, aparte de las autoridades de la ciudad, se congregaron más de 100 personas, entre asociaciones, entidades y amigos procedentes de todas las clases sociales. Tras entrega del título, fue invitado a firmar en el Libro de Oro de la Ciudad de Yecla.

Vaya desde aquí mi modesta felicitación al amigo Tomás, y demás miembros de la familia, entre ellos al investigador Fernando E. Ruiz Ibáñez, estudioso enamorado de la heráldica yeclana.