Cayetano Tornel Cobacho cerró brillante el ciclo “De Felipe IV a Carlos II”
La REAL ACADEMIA ALFONSO X EL SABIO, dentro de los actos programados
para conmemorar su 75 aniversario, cerró ayer tarde el ciclo “De Felipe IV a
Carlos II”, que coordinado por Vicente Montojo Montojo se ha venido
desarrollando desde el pasado 16 de febrero, y en el que han intervenido diez
conferenciantes.
Cerró este turno de intervenciones el Académico y Secretario general de
la entidad, Cayetano Tornel Cobacho, Dr. en Historia, Archivero Municipal de
Cartagena y Coordinador de de su red de Archivos y Bibliotecas, que disertó
sobre “El Concejo de Cartagena en la segunda mitad del siglo XVII”.
Tras una breve presentación a cargo del Sr. Montojo, el ponente comenzó
su intervención dando unas pinceladas sobre la composición del concejo
cartagenero, para pasar seguidamente a detallar los diversos cambios de dependencia
que sufrió, tanto en el índole señorial como de la monarquía.
A continuación nos habló de las elecciones de cargos concejiles, que se
realizaban puntualmente el día de san Bernabé (11 de junio), para que los
elegidos tomasen posesión en la festividad de san Juan Bautista.
Tuvo unas palabras de recuerdo a los corregidores y sus tenientes,
puesto que la residencia del primero de ellos solía estar en Murcia, y delegaba
en tenientes de corregidor el gobierno de las ciudades de Cartagena y Lorca.
Posteriormente también designaba los llamados “Gobernadores de las Armas”,
hasta la desaparición del corregimiento, cargo que fue reemplazado por un Gobernador
de lo político y militar. Dichos corregidores y sus lugartenientes se
encargaban de realizar los juicios de residencia a los cargos cesantes.
No olvidó destacar entre dichos dependientes del corregidor la figura
de los Alcaldes Mayores, explicándonos los cometidos de estos cargos y sus
dependientes.
La composición y funcionamiento del concejo dio un cambio sustancial a
partir de 1543, año en que comenzó la compra de regimientos perpetuos; citando
también a los jurados, personajes del concejo que tuvieron una relación más
directa con los ciudadanos, y a los cuales los regidores procuraban apartar de
su presencia y actuaciones, hasta que consiguieron que no asistiesen a los
cabildos y se dedicasen a sus tareas particulares.
También nos habló Cayetano de los edificios que albergaron al concejo,
destruyéndose el llamado antiguo ayuntamiento el año 1622, para comenzar el
siguiente la construcción de un nuevo edificio, cuyas obras se prolongaron al
menos hasta 1655, y que albergaba diversas dependencias, como la lonja, la
capilla, el archivo y otras.
Asimismo mencionó los
democráticos “concejos abiertos”, que fueron desapareciendo paulatinamente
hasta llegar a 1648, en que tuvo lugar el último. El concejo, dijo, tenía
muchas y variadas competencias, y para el buen gobierno de las mismas se
nombraban diversas comisiones, formadas por unos cuatro regidores y presididas
siempre por el Alcalde mayor. Una de estas comisiones fue la que se encargó en
1601 de realizar un Padrón de hidalgos.
Terminó su brillante exposición nuestro querido amigo, con unas
conclusiones, entre las que destacamos el grotesco hecho de que el Concejo
cartagenero llegó a aumentar innecesariamente su composición hasta tener más de
40 regidores.
Entre los asistentes, el Dr. Francisco Calvo García-Tornel (Director de
la Real Academia), la numeraria Concepción de la Peña Velasco y el catedrático
José Javier Ruiz Ibáñez, que fue el encargado de iniciar este ciclo.
Luis
Lisón Hernández
Académico
Correspondiente
Etiquetas: Impresiones y sentimientos, Murcia
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