Nuestra Señora del Arrixaca visitó Sucina
Tres emotivas jornadas
Tras un par de semanas de intensos preparativos, la localidad de
Sucina tuvo la satisfacción de poder tener entre ellos a la venerada imagen de Nuestra
Señora del Arrixaca, y disfrutar de una serie de vivencias enriquecedoras
que los vecinos tardarán mucho tiempo en poder olvidar.
Hacía ya más de un año que se iniciaron los primeros contactos para
tantear la posibilidad de que la visita se pudiese celebrar, pero no fue hasta
finales del último verano cuando la idea fue tomando cuerpo.
El 20 de septiembre, a las 10 de la mañana, en la terraza de una
cafetería de la instalas en la Plaza del Cardenal Belluga nos reunimos sendas
comisiones de ambas partes. Por Sucina asistió el cura párroco don José
Joaquín Izurzu Satústregui, al que acompañaban varios miembros de la
Hermandad del Rosario; y por parte de la Hermandad de Devotos de Santa María de
la Arrixaca, su Hermano Mayor, José Antonio Melgares Guerrero; el
Vice-Hermano Mayor, Luis Lisón Hernández, el Tesorero, y otros miembros
de la Junta Directiva.
En dicha reunión ambas partes expusieron las bases de lo que podía ser
la visita, sus intenciones y deseos, y se habló de posibles fechas, que
quedaban para ser fijadas en una reunión a celebrar en la pedanía.
Efectivamente, hubo dos reuniones preparatorias, y en ellas se acordó
que la visita podría realizarse en los días 18 al 20 del mes de noviembre,
fechas que los arrixacos aceptaron de plena conformidad.
Los preparativos dieron comienzo de manera inmediata. Una comisión de
arrixacos se desplazó al pueblo para conocer sobre el terreno las posibilidades
existentes, y orientar, aportando ideas, en lo que sería más aconsejable.
En Sucina se expuso también el proyecto al Presidente de la Junta
Municipal y Alcalde pedáneo, don José Mercader Martínez, que aceptó
encantado la propuesta de colaboración que se le ofrecía, ofreciendo él por su
parte encargarse de la cartelería y programas necesarios, tanto en español como
en inglés.
También acogió con sumo agrado la propuesta de participar, la Banda de
Tambores y Cornetas, cuyos directivos dieron todas las facilidades necesarias,
y de hecho, los componentes de la banda iniciaron los ensayos inmediatamente.
Para hacer frente a los gastos, además de las colectas en las misas,
se imprimieron papeletas de lotería, que se vendieron con un notable porcentaje
de donativo, destinado a este loable propósito.
Una semana antes, el 12 de este mismo mes, sábado, el Vice-Hermano
Mayor de los arrixacos y Cronista Oficial de Sucina, dio una charla al terminar
la misa vespertina, con la iglesia llena de fieles, para dar a conocer algunos
aspectos de la imagen, su antigüedad y relevancia, la creación de la Hermandad
en 1636, y la importancia que ha tenido la Virgen de la Arrixaca para Murcia y
su antiguo Reino. De cuya charla ya ofrecimos una amplia reseña días pasados en
esta misma página.
El jueves, día 16, el Mayordomo de la imagen y otros arrixacos se
desplazaron a Sucina, para llevar algunas cosas que se hacían necesarias y para
colaborar en la ornamentación, como se suele hacer en otras ocasiones.
Y así, sin prisa, pero sin pausa, llegaron las fechas previstas, y los
acontecimientos se sucedieron, de la forma y manera que aquí les vamos a
relatar, como testigo fiel que fui en todo momento de los actos que se llevaron
a cabo.
Poco después de las seis de la tarde, partía la imagen desde la
iglesia parroquial de San Andrés – Santa María de la Arrixaca, portada por el
Consiliario de la Hermandad reverendo don Antonio José Carbonero Arias, al
que acompañaban el mayordomo de la Señora y otros arrixacos. El coche que la
trasladaba iba conducido por Mariano, también arrixaco, y llegó a las
proximidades del pueblo cuando eran las siete y dos minutos de la tarde.
Viernes, 18 de noviembre
Previamente, a las seis y media de dicha tarde, partió del templo
parroquial de Nuestra Señora del Rosario la comitiva que encabezaba el párroco,
los presidentes de las diversas hermandades y cofradías pasionarias, con sus
respectivos estandartes, el señor Alcalde pedáneo con su bastón de mando,
diversas personas que portaban el palio, numerosos sucineros, la mencionada
banda de tambores y cornetas, y el Vice-Hermano Mayor de los arrixacos, Luis
Lisón Hernández, que desde primeras horas de la tarde se encontraba en
Sucina, y ejerciendo de cabeza de la Hermandad por estar ausente de viaje por
tierras americanas el Hermano Mayor señor Melgares.
Escoltado por miembros de la policía municipal, el coche llegó al
lugar conocido por La Vereda ante la emoción contenida de muchos
sucineros, que prorrumpieron en sonoros aplausos cuando, momentos después, el
Consiliario entregó la imagen a Luis Lisón y éste la alzó bien alta, para que
todos pudiesen verla. Sonaban también los acordes de la banda de tambores y
cornetas.
Cuando el reverendo Carbonero Arias, bajó del coche, recibió de
nuevo la imagen, y él la entregó al cura párroco de Sucina, que la puso en su
regazo, se colocó bajo el palio, e inició la procesión hacia el templo. Eran
muchas las personas que se habían apuntado en una lista creada al efecto, con
el fin de portar la soberana imagen, pero fueron muchas más las que, sobre la
marcha, sintieron ese apremiante deseo, y no se les defraudó.
En el atrio de la iglesia, la imagen fue vuelta hacia la plaza, donde
la Banda de Tambores y Cornetas la obsequió con diversas marchas,
finalizando con el popular pasodoble que dice:
…
de adentro del alma un grito se escapa
para
decirte muy fuerte
¡Guapa, guapa y guapa!
A su llegada al templo parroquial, la imagen fue colocada en un lugar
reservado para la ocasión en el altar mayor, y momentos después, con la iglesia
completamente llena, dio comienzo la eucaristía. Fue el momento, en los
prolegómenos, para que el Vice-Hermano Mayor pronunciase unas palabras. De
agradecimiento primero, de exposición de motivos después. De peticiones y de
súplicas…
También nos dedicó unas palabras el Alcalde pedáneo, que contó su
total disposición cuando le invitaron a participar en los actos, y explicó que
junto a lo que podría considerarse una actuación de mero trámite, anunciaba que
la junta que preside había querido ir un poco más lejos, y estaba preparando
una fiesta cívica para la noche del sábado, en la que todos quedábamos
invitados.
Tras finalizar la santa misa, que ofició el reverendo Izurzu
Satrústegui y amenizó con acierto el Coro parroquial, se ofreció el
besamanos, al que acudieron numerosos fieles, y se les entregó una estampa en
color de la Virgen de la Arrixaca, que lleva al dorso el texto del Magnificat.
Previamente, Basílio-José
Piñero Sáez en funciones de Secretario accidental, leyó el “Acta de
entrega” de la Virgen de la Arrixaca, realizada por Luis Lisón al
párroco de Sucina, firmando en conformidad con los mismos diversos testigos, y
unos 130 feligreses que quisieron mostar su conformidad y aquiescencia.
Momentos después la imagen de la Virgen fue entronizada en el camarín
de la Patrona de Sucina.
Los arrixacos presentes en Sucina fuimos invitados, junto a diversos
miembros de la organización, a degustar unas viandas en el Casinillo.
Sábado, 19 de noviembre
Densa e intensa jornada la vivida en este segundo día de estancia en
Sucina de la imagen.
Por la mañana, a las nueve, se inició el día con el rezo de Laudes
en honor de la Virgen María.
A las diez, en el templo parroquial, comenzó el rezo de los 20
misterios del Santo Rosario, con proyección simultánea del contenido que de los
mismos reflejan las vidrieras de la iglesia.
A las once y media, se inició la marcha hacia la Casa Cuna, portando
la imagen diversos fieles en sucesivos relevos. La imagen de la Arrixaca iba
protegida bajo una sombrilla o gonfalón de llamativos colores blanco y fucsia.
Entonando diversos cánticos religiosos, los componentes de la comitiva llegamos
a la sede de la Casa Cuna a las doce del mediodía. En la puerta nos
esperaban las hermanitas que atienden con celo y esmero dicha institución
caritativa: Matilde, Rosa y Fátima.
La hermanita Matilde, que visiblemente emocionada recibió en
sus manos a la Virgen en la misma puerta, la condujo hacia el interior, colocándola
en un lugar destinado a propósito y con diversos adornos. Allí se rezó el Ángelus,
y se entonaron otras canciones religiosas. La hermanita Matilde, complacida con
la presencia de un gran número de niños, hizo ante ellos, y los demás presentes,
una hermosa catequesis, y posteriormente obsequió a los pequeños con diversos
dulces y juguetes, mientras les invitaban a que visitasen aquella santa casa
con alguna frecuencia; principalmente en la festividad de la Encarnación.
Acabada la visita, el cortejo regresó al templo parroquial, no sin
detenerse al pasar por la calle Mayor en el domicilio de una señora que
recientemente estuvo muy enferma.
Por la tarde, la Virgen visitó la casa de numerosas personas enfermas
o impedidas, en número aproximado a la treintena, viviéndose en cada una de ellas
momentos muy ejemplarizantes y emotivos.
A las 19:00 horas se celebró la sagrada eucaristía, con el templo
lleno nuevamente de fieles, ofreciéndose al terminar, de nuevo, el besamanos.
Al salir del templo, en la Plaza Baltasar Arteaga se celebró la
fiesta cívica que había organizado la Junta Municipal de Sucina, amueblado el
lugar con diversas mesas y numerosas sillas. Se ofrecieron a los presentes
multitud de bocadillos, cervezas, refrescos, licores y los populares paparajotes,
exquisitos y recién cocinados.
Domingo, 20 de noviembre
La última jornada comenzó a las nueve de la mañana con el rezo del
Santo Rosario por diversas calles del pueblo. Al finalizar, ya en la iglesia,
se cantó una Salve.
Al salir a la plaza, los participantes fuimos obsequiados con la
degustación de churros y chocolate caliente.
Mientras, la imagen de la Virgen quedó expuesta a la veneración de los
fieles que lo deseasen, estando escoltada en todo momento por miembros de la
Hermandad de Nuestra Señora del Rosario.
A las 12:00 horas, dio comienzo la santa misa, y después de la comunión
el Vice-Hermano Mayor, Luis Lisón, pronunció unas emocionadas palabras
de despedida y agradecimiento a los sucineros, y en particular a las
autoridades civiles y religiosas.
Seguidamente la arrixaca Elisa Franco, como Secretaria accidental de
la Hermandad, leyó el “Acta de Devolución” que fue rubricada por las personas
designadas para ello.
A continuación, y para que sirva como recuerdo tangible de nuestra
visita, la Hermandad de Devotos de Nuestra Señora de la Arrixaca entregó a
Sucina, en la persona de su cura párroco, una bonita imagen de la Virgen de la
Arrixaca, obra original del reconocido pintor murciano, y también arrixaco, Álvaro
Peña Sáez, que fue muy elogiada por todos los presentes.
También la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario, de Sucina, por
mano de su Hermano Mayor José Manuel Galián Pastor, y en nombre de los
demás miembros de la Comisión Organizadora de los actos, entregó al
Vice-Hermano Mayor de la Hermandad de la Arrixaca, un sobre conteniendo un
donativo en metálico, como ayuda para sufragar los gastos que el desplazamiento
y organización de la visita les puede haber ocasionado.
Terminadas estas entregas de obsequios, se dio nuevamente a besar la imagen
de la Arrixaca, y, sin más dilación, don José Joaquín Izurzo Satústregui
salió con la sagrada Imagen hasta la Plaza, entregándola a don Luis Lisón
Hernández, que de nuevo la alzó y volvió hacia los files en señal de
despedida, entre los aplausos de todos los presentes, y las lágrimas en los
ojos de bastantes personas.
Instantes después, partió hacia su sede en la capilla privativa que
tiene en la iglesia parroquial de San Andrés Santa María de la Arrixaca, en
Murcia.
Luis Lisón
Hernández
Cronista Oficial de
Sucina
Vice-Hermano Mayor de
los “arrixacos”
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