27 de mayo. Alguazas y Sucina

Me llegan noticias del festival que anualmente organizan mis amigas/os de la Peña “El Molinico”, que este año contará entre otros grupos con el portugués de Vila Nova de Gaia, al otro lado del río Duero y frente a Oporto, antiguo condado y principal centro productor de vino oporto. En sus estrechas y retorcidas calles, con casas de tejados rojos, se concentran unas cincuenta compañías vinícolas, algunas de las cuales permiten a los visitantes saborear sus afamados caldos. Entre ellas, la denominada Sandeman, fundada en 1790 con sede un antiguo convento del siglo XVI, con un pequeño museo; y la Casa Ramos Pinto, de 1880, donde se tiene acceso a los sótanos y a recuerdos de muchos momentos importantes asociados a la historia de esta empresa.

En la comarca, están las playas de Granja y Miramar, tradicionales comunidades pesqueras, como San Pedro de Afurada, o deleitarse con las inolvidables vistas desde el Monte da Virgen, o desde el Monasterio de Serra do Pilar, con una rara iglesia circular del siglo XVI y un claustro del Renacimiento. A muy pocos kilómetros, en Grijó, el Monasterio Agustiniano de San Salvador posee también un singular claustro de dos pisos, que terminó de construirse en 1593.

Voy a sentir no poder presenciarlo en la presente edición, pues coincide con el homenaje que piensa tributarme la “Asociación Cultural Peña Flamenca de Sucina”, previsto para la noche del 27 de mayo próximo. Por tanto, les deseo que sea un gran éxito, y que cuando devuelvan la visita viajando a tierras lusas, donde se codearán con grupos mejicanos, del Este de Europa y de aquella nación hermana, dejen el pabellón alguaceño como ellos saben hacerlo muy bien: en todo lo alto.