Manolo “de Fidel”, marchó a la casa del Padre
Las primeras horas de la mañana me traen la triste noticia de que se ha marchado con el Padre, uno de sus hijos elegidos, el presbítero don Manuel Sánchez Martínez, Manolo “el de Fidel”. Tenía ya 88 años de edad, pues nació en Alguazas el dos de febrero de 1920, uno de los frutos del matrimonio formado por Fidel Sánchez Martínez y María Martínez Martínez. Era el único hermano que quedaba, pues todos los demás, buenos y queridos amigos míos, le habían precedido. Siendo obispo de Cartagena-Murcia el recordado don Ramón Sanahuja y Marcé, fue ordenado sacerdote el dos de enero de 1951, y desde entonces ejerció su apostolado en numerosos lugares. Estuvo de coadjutor en la parroquia de San José de Abanilla, Cura encargado de Barinas-Macisvenda, en el mismo municipio. Más tarde Cura regente de Fuente Álamo de Murcia y encargado de La Pinilla.
Pero el Señor le llamó para trabajar en Hispanoamérica, en el largo periodo comprendido entre 1956 y 1970. En aquellas lejanas tierras, tan presentes ahora para mí por motivos familiares, dedicó tres años al Seminario de Cuenca (Ecuador), y once a la Diócesis de San Felipe (Venezuela).
Al regresar a España, el obispo don Miguel Roca Cabanellas le designó Vicario Episcopal de la Zona de Lorca, responsabilidad que ocupó desde 1970 a 1981, siendo a la vez encargado de las iglesias de varias pedanías lorquinas. Después regresó a Murcia, para ejercer como Cura Ecónomo de Los Dolores.
Tras su jubilación, fijó su domicilio en la residencia sacerdotal de la calle Luis Fontes Pagán, donde le visitamos algunas veces. Cuando sus facultades físicas y mentales fueron disminuyendo, efectuaba paseos por las calles de la ciudad acompañado de una señora, y el encuentro conmigo le servía de gran alegría. Recordaba con afecto la gran amistad que yo había mantenido con su hermano Juan, hombre interesadísimo por la historia de Alguazas en general, y por la de su Torre-fortaleza en particular, ya que fue una de las propiedades familiares.
Vaya desde aquí mi sentida condolencia a sus familiares, especialmente a su cuñado Diego Fenollar Martínez, a quien el destino ha permito que pueda ver con alguna frecuencia, ya que somos vecinos en el mismo barrio de la capital.
El cuerpo de este distinguido alguaceño reposa ahora en el Tanatorio de Jesús, y el acto del sepelio se efectuará esta tarde, a las 19:00 horas, en la Iglesia parroquial de San Onofre.
Pero el Señor le llamó para trabajar en Hispanoamérica, en el largo periodo comprendido entre 1956 y 1970. En aquellas lejanas tierras, tan presentes ahora para mí por motivos familiares, dedicó tres años al Seminario de Cuenca (Ecuador), y once a la Diócesis de San Felipe (Venezuela).
Al regresar a España, el obispo don Miguel Roca Cabanellas le designó Vicario Episcopal de la Zona de Lorca, responsabilidad que ocupó desde 1970 a 1981, siendo a la vez encargado de las iglesias de varias pedanías lorquinas. Después regresó a Murcia, para ejercer como Cura Ecónomo de Los Dolores.
Tras su jubilación, fijó su domicilio en la residencia sacerdotal de la calle Luis Fontes Pagán, donde le visitamos algunas veces. Cuando sus facultades físicas y mentales fueron disminuyendo, efectuaba paseos por las calles de la ciudad acompañado de una señora, y el encuentro conmigo le servía de gran alegría. Recordaba con afecto la gran amistad que yo había mantenido con su hermano Juan, hombre interesadísimo por la historia de Alguazas en general, y por la de su Torre-fortaleza en particular, ya que fue una de las propiedades familiares.
Vaya desde aquí mi sentida condolencia a sus familiares, especialmente a su cuñado Diego Fenollar Martínez, a quien el destino ha permito que pueda ver con alguna frecuencia, ya que somos vecinos en el mismo barrio de la capital.
El cuerpo de este distinguido alguaceño reposa ahora en el Tanatorio de Jesús, y el acto del sepelio se efectuará esta tarde, a las 19:00 horas, en la Iglesia parroquial de San Onofre.
Etiquetas: Alguazas. Noticias
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