De la estancia del matrimonio Bertouille – Lisón en Murcia
Tal y como estaba previsto, nuestros ilustres “parientes” están pasando unas intensas y apretadas jornadas junto a los miembros de mi familia. El domingo día 14 lo dedicamos a recorrer casi todo el Valle de Ricote, donde nuestros amigos les colmaron de atenciones. El Centro de Interpretación de Villa Rías abrió sus puertas especialmente para la ocasión, por gentileza de Mari Cruz Gómez, Gerente del Plan de Dinamización, atendiéndonos Marisa con toda clase de detalles. También el establecimiento termal de los Baños, permitió nuestra presencia para visitar sus espléndidas instalaciones, merced a Paquita García, su Relaciones públicas, muchacha encantadora, dispuesta siempre a complacernos.
En Ulea, su cura párroco don Cristóbal Sevilla, nos esperaba en la Iglesia de San Bartolomé, para explicarnos algunos aspectos con toda clase de detalles, y permitirnos besar el Lignum Crucis. Luego, en Ojos, el recorrido por las calles del pueblo causó admiración a Maria-Luisa y André, que tuvieron múltiples ocasiones de recoger imágenes con sus cámaras fotográficas. El señor Alcalde, don Francisco Salinas, que estaba acompañado por los concejales Noelia y Raúl, ofreció una recepción en el Ayuntamiento y les entregó diversos objetos.
La comida en Ricote, organizada con todo lujo de detalles por el incomparables “Antoñele”, tuvo el colofón de un pequeño concierto con el órgano barroco de su Iglesia parroquial. Agradecer también la presencia de una simpatiquísima intérprete, Carmencita Guillamón Salcedo, en nuestra visita al mirador de la Calera, a la Casa Consistorial y al referido templo de San Sebastián.
Un paseo por el Azud de Ojós y embalse anejo, fue visita obligada antes del regreso a la capital, en cuya plaza del Cardenal Belluga acabamos la jornada ya bien entrada la noche.
En Ulea, su cura párroco don Cristóbal Sevilla, nos esperaba en la Iglesia de San Bartolomé, para explicarnos algunos aspectos con toda clase de detalles, y permitirnos besar el Lignum Crucis. Luego, en Ojos, el recorrido por las calles del pueblo causó admiración a Maria-Luisa y André, que tuvieron múltiples ocasiones de recoger imágenes con sus cámaras fotográficas. El señor Alcalde, don Francisco Salinas, que estaba acompañado por los concejales Noelia y Raúl, ofreció una recepción en el Ayuntamiento y les entregó diversos objetos.
La comida en Ricote, organizada con todo lujo de detalles por el incomparables “Antoñele”, tuvo el colofón de un pequeño concierto con el órgano barroco de su Iglesia parroquial. Agradecer también la presencia de una simpatiquísima intérprete, Carmencita Guillamón Salcedo, en nuestra visita al mirador de la Calera, a la Casa Consistorial y al referido templo de San Sebastián.
Un paseo por el Azud de Ojós y embalse anejo, fue visita obligada antes del regreso a la capital, en cuya plaza del Cardenal Belluga acabamos la jornada ya bien entrada la noche.
Etiquetas: Familia Lisón Briones
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