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jueves, 19 de julio de 2007

De moscas y mosquitos

Según nos informan desde el Soto de los Pardos –donde tengo muy buenas amigas y amigos–, aunque son muchas las zonas del pueblo que padecen semejante problema, la invasión de pequeñas moscas y mosquitos tiene prácticamente atemorizada a la población, que durante el día teme salir a la calle, y si precisan hacerlo han de salvaguardar cara, brazos y piernas de tan voraces depredadores. Hace unos días, concretamente el pasado 27 de junio, estuvimos rodando un programa de televisión en la Torre-fortaleza, y grabar en la calle era toda una odisea. Sin embargo, dentro del edificio no observamos a dichos insectos. Algunos vecinos del pueblo se hacen lenguas culpando a los ecologistas de la propagación, pues dicen, que para no molestar la crianza de las poyas de agua no se puede fumigar en las zonas afectadas, aunque nos consta que personas responsables del Ayuntamiento han visitado la zona para, en colaboración con los vecinos afectados, adoptar posibles medidas.

Sentimos esta contrariedad, pues nos gusta acercarnos por dicho caserío para compartir con aquellos vecinos algunos ratos de agradable tertulia; y ahora, tal como está el panorama, la verdad es que no apetece. Les ofrecemos alguna información, de la que sobre el mosquito tigre y la mosca negra hemos recogido en diversos medios:

Aparecen en algunas zonas plagas de mosquito tigre y mosca negra
Según explicó Raimundo Oteruelo, entomólogo de la Universidad Complutense de Madrid, es 'muy difícil' que estos insectos aparezca en centros urbanos como Madrid porque la mosca negra se cría en ríos o cascadas con aguas muy limpias y el mosquito tigre en charcas estancadas.
Además, el uno y el otro prefieren zonas húmedas y con vegetación, por lo que sería 'raro' que entraran en las casas.

Por el aumento de temperatura
Según Oteruelo, la mayor proliferación de estos insectos en la última década podría estar relacionada con el aumento de temperatura producido en la península por el cambio climático, ya que "se acelera el ciclo vital del insecto y se producen mayor número de generaciones".
El científico puntualizó que la mosca negra no es una especie 'invasora' como el mosquito tigre y que bajo esta denominación común se incluyen distintos géneros de la familia de los simúlidos.
Se trata de un insecto muy pequeño (entre 3 y 6 milímetros), de cabeza globosa, aspecto 'jorobado' y color oscuro (negro-gris).
La hembra es la que pica y produce heridas más dolorosas que las del mosquito común porque intentan tomar la máxima cantidad de sangre posible y, aunque no transmiten enfermedades infecciosas al hombre, pueden provocar reacciones alérgicas importantes.

Otra diferencia con los mosquitos comunes es que estas moscas tienen actividad diurna y sus picaduras son más frecuentes a primera hora de la mañana y al atardecer, además de ser buenas voladoras y poder desplazarse en un radio de acción de hasta 50 kilómetros.
El mosquito tigre (Aedes albopictus) es una especie invasora detectada por primeras vez en España en la zona de Cataluña, en agosto de 2004.

Una especie invasora
El mosquito tigre (Aedes albopictus) es una especie invasora detectada por primeras vez en España en la zona de Cataluña, en agosto de 2004, concretamente en la comarca del Baix Llobregat y en la población de Sant Cugat del Vallés y desde entonces se ha extendido a numerosos municipios circundantes.
De unos cinco milímetros de longitud, negro con rayas blancas, el mosquito tigre vive en zonas húmedas y, como la mosca negra, pica sólo de día y puede provocar fuertes dolores e inflamaciones así como reacciones alérgicas.
Su mayor riesgo estriba en que se pueda convertir en portador del dengue y la fiebre amarilla, como sucedió en el sudeste asiático, si bien hasta la fecha no ha comportado transmisión de enfermedades en el área mediterránea ni en el resto de Europa.
Para el control de la mosca negra, Oteruelo indicó que se utilizan larvas de insectos acuáticos, peces y moscas cazadoras, además de insecticidas y hongos que atacan a larvas y adultos.
Para el mosquito tigre el problema es mayor, porque aunque se usa la bacteria Bacillus thurigensis y cobre metálico para combatirlo, se trata de una especie que puede criar sus larvas en cualquier lugar donde se acumule agua de lluvia o riego, preferentemente sombreado, como es el caso de cubos o jarras.
A diferencia de la mosca negra, sólo vuela entre 100 y 150 metros respecto de su criadero, por lo que la mejor manera de controlarlo es tirar cualquier envase que pueda almacenar agua de lluvia y desecar zonas de charcos o en las que se pueda estancar agua de forma prolongada.
Para la mosca negra, las medidas de prevención incluyen evitar las orillas de los ríos, llevar manga y pantalón largos y, en caso de picadura, visitar un centro de salud para minimizar problemas de alergia.

Descripción de la mosca negra
Nombres vulgares: jején, mbarigi, petro, rodadores, pium, carmelitas, mosca chupa sangre, borrachudo, juro, mosca negra, moscas jorobadas.
Su cuerpo es corto. El tórax presenta una joroba. El tamaño de los jejenes es de 1-5 mm. Tienen antenas y patas cortas. Las alas son grandes. La coloración es negra pero los hay grises y amarillo-cremoso.
Las hembras realizan puestas sobre aguas limpias y de cursos rápidos, muy oxigenadas, permamentes o temporales; sobre vegetación, sustratos sumergidos o todo tipo de sedimento húmedo y musgos de las orillas.
Las larvas son negras de 1-10 mm de largo. Pasan por 6-9 estadios, completando el desarrollo entre 1 semana a meses según las especies. Viven reunidas en grupos adheridas a piedras de torrentes, vegetación, animales, etc. mediante una ventosa caudal e hilos sedosos.
Los adultos forman enormes nubes alrededor de arbustos y árboles a orillas de torrentes.
Actividad diurna, con máxima actividad al mediodía, abundantes desde primavera hasta finales de otoño.
Los machos ni pican y forman enjambres alrededor de los cuales vuelan las hembras.
Las hembras pueden ser autógenas cuando no pican y sus huevos maduran sin chupar sangre y anautógenas cuando necesitan ingestión de sangre para que puedan madurar sus huevos.
Se radio de acción varía entre 12-20 km desde el punto de cría pero puede ser ampliado por el viento.
Son picadores diurnos y raras veces se encuentran en habitaciones, son muy frecuentes en medios rurales y periurbanos y zonas de recreo donde ocupan el 2do lugar después de los mosquitos.

Daños / Importancia
- Son una plaga molesta y vectores de enfermedades tanto para animales (mamíferos y aves) como para el hombre.
- Sus picaduras provocan dermatosis con severas reacciones locales como prurito, edematización, eritemas y en algunos casos hasta infecciones. Seguidas con fiebres, cefaléa, náuseas y adenitis (inflamación de ganglios linfáticos).
- Son transmisores de filarias, entre las que se citan las que provocan la onchocercosis conocida como la ceguera de los ríos y mansonellosis.
- Se los señala como vectores de arboribus. Entre otros se mencionan como implicados en la transmisión del virus de la Encefalitis Equina Venezolana (VEV) y el Este (VEE). También transmiten protozoos como Leucocytozoon a las aves y Crithidia del que se desconoce su huésped.
- Además de la importancia sanitaria, los simúlidos impactan al hombre con pérdidas económicas en la actividad agrícola-ganadera causando muerte en ganado por la toxina de su aparato bucal, provocando síndromes hemorrágicos.

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