REMEDIO SEGURO CONTRA LA CRISIS

Leo en un periódico de 1896 la siguiente noticia:

«Taberna municipal.

No hay que hacer aspavientos.

La taberna municipal existe.

En Inglaterra se encuentra establecida.

Esto que a primera vista parece una atrocidad, está dando muy buenos resultados.

El Alcalde de Elán ha sido el fundador de tan peregrino establecimiento, y repito que han sido tales sus ventajas, que aquellos vecinos tratan de hacer con dicha autoridad alguna cosa que sea sonada.

Para la apertura de la taberna municipal, se hizo una especie de reglamento, sumamente curioso.

Después de un largo artículo en el que explícitamente se exponen los derechos de los señores concejales, los cuales podrán llevarse el vino a la mitad de su valor, vienen entre otros artículos los siguientes:

A las horas de trabajo, estará cerrada la taberna.

Los domingos y demás días festivos, no habrá taberna, con objeto de que los trabajadores no se gasten los jornales.

A las mujeres menores de veinte años y a los hombres menores de quince, no se les despachará vino.

Esto que parece que no había de tener resultado, lo ha dado tan bueno, que a esta fecha se han cerrado todas las tabernas del pueblo.

¿Verdad que esto es seductor?»