La Universidad homenajeó al Dr. Hernández Serna

La Universidad de Murcia ha rendido hoy un cálido homenaje de gratitud y afecto al Profesor Dr. Joaquín Hernández Serna, al que le acaba de llegar la edad de jubilación, aunque aún se encuentra en plenas facultades mentales y físicas.

A las 12:00 de esta mañana, en el Hemiciclo de la Facultad de Letras, nos hemos reunido con él un grupo numeroso de autoridades académicas, compañeros y amigos, presidido por el Rector Magnífico, José Antonio Cobacho Gómez, quien ha dado la palabra en primer lugar a la profesora Josefa López Alcaraz, Coordinadora del Área de Filología, quien dio lectura a un escrito donde se enumeran someramente algunos de los méritos contraídos por el homenajeado, tanto en la vertientes académica, como docente, investigadora y humana. Para, a continuación, resaltar que se han publicado dos volúmenes, conteniendo numeroso trabajos enviados por diversas personas que han querido sumarse al homenaje.

En segundo lugar intervino José Antonio Gómez Hernández, Director de Publicaciones de la UM, quien ha mostrado su complacencia por haber tenido el honor de poder colaborar en la edición de esta obra, de la que ha dado diversos detalles, tanto de los participantes como de su edición.

Tras él, ha intervenido Juan Roca Guillamón, ex-Rector de la UM, y actual Presidente de la Fundación Cajamurcia, quien se ha mostrado satisfecho de haber podido colaborar a la publicación de dichos volúmenes, a la vez que ha mostrado su interés por asistir, dados los lazos de afecto que le unen con el Dr. Hernández Serna.

El Rector ha concedido entonces el uso de la palabra, al Alcalde de nuestro Ayuntamiento, José Antonio Fernández Lladó, quien ha dicho que Joaquín era un orgullo para Alguazas, que siempre se ha distinguido por su relación con todos y su participación en numerosos actos y acontecimientos, como ha sido la presentación de libros de autores locales, ser pregonero de las fiestas patronales, y de la Semana Santa en dos ocasiones, la participación en las vidrieras que adornan el templo de San Onofre, y su amor por nuestra Semana Santa, siendo actualmente Vicepresidente de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Finalmente dijo, que el Dr. Hernández Serna ocupa un espacio relevante en la Historia de Alguazas.

Llegó entonces el turno al Decano de la Facultad de Letras, José María Jiménez Cano, quien en su intervención –que gustó mucho a los asistentes–, saludó al “nuevo Profesor Emérito”, que entre otros logros tiene en su haber el de conseguir que Murcia sea una provincia gallega. Entre los elogios que pronunció estaba, el de que Joaquín “no ha sido mercenario de su propio currículo”, antes al contrario, eficaz docente, compañero con sus compañeros, y a la misma altura que sus alumnos cuando era prudente y necesario.

Tras Jiménez Cano, el homenajeado –que estaba sentado en primera fila, junto a su esposa, su hermana Lola, y otros familiares–, fue invitado a pronunciar unas palabras, y dirigiéndose al atril, comenzó su intervención diciendo que había sufrido mucho en estos días previos, por el secretismo con que se había llevado la preparación del homenaje, aunque agradecía que por ello había rebajado su peso en cuatro kilos. Continuó diciendo, que su intervención la había preparado a base de dos ingredientes: sus recuerdos y algo de erudición. Para introducir su exposición recordó a Joseph Pla, de quien tantos libros había leído (su obra completa). Comentó, sobre el homenaje que se le rendía, en un gesto de humildad, que “mi casa no necesita tantos muebles”, para añadir: “Amo profundamente a mi Facultad, donde dentro de unos meses se cumplirán cincuenta años de la presencia en ella”. También habló sobre lo que él definió como su historia y su introhistoria, tan ligadas ambas, comenzando por sus recuerdos infantiles, de cuando a los nueve o diez años se fugaba de la escuela, para irse a la huerta, donde al arrullo de las aguas de acequias y brazales y el canto de las aves, se ponía debajo de los árboles a leer libros de diversos autores, que a tan temprana edad le introdujeron un amasijo de ideas, produciéndole “un cacao mental”.

En ese serpenteante camino fue creciendo y encontrando brillantes luces que lo iluminaron, entre las que mencionó a don Antonio Garre Ortín, nuestro querido y recordado cura párroco. Fue presidente de la J.E.C., y como tal conoció de otros movimientos afines, y en la cámara de la casa de Ovidio Martínez Faura crearon entre varios un cooperativismo o falansterio, comunidad rural autosuficiente, que sería base para la transformación social. Mencionó a diversos autores que influyeron en él, señalando la obra “Idilios y cantos místicos” de Mosén Jacinto Verdaguer. Ellas, en conjunto, le ocasionaron tanto sombras como sabrosos frutos.

Tras estas manifestaciones íntimas, tuvo un emocionado recuerdo para sus grandes maestros, a los que fue mencionando uno a uno, añadiéndoles un calificativo; sus compañeros en la Universidad de Murcia, sus alumnos de las primeras generaciones, y para diversas ausencias, entre las que dijo no quería mencionar la de su amigo y maestro Luis Rubio, cuya viuda se encontraba presente en la sala.

En la última parte de su intervención, quiso recordar a personas que significaron mucho para él, entre los que estaban colaboradores y personal auxiliar de la Universidad, donde no faltaron, uno por uno, los miembros de la familia Labaña.

Tras sus palabras, le entregaron los dos volúmenes que se han publicado en su homenaje...,

...y un cuadro donde se representa a la Facultad de Letras.

Tras dicha entrega, el Rector Magnífico, en nombre de la Facultad de Letras, le impuso el escudo de oro de la misma...,

...y entregó a Loli, su esposa, un ramo de flores.

Cerró el turno de intervenciones el Rector Cobacho Gómez, quien dijo que hablar de Joaquín Hernández Serna era hablar de la Historia de la Universidad de Murcia, a la que ha legado durante muchos años, su obra científica y humana. De todas las cualidades de Joaquín, quiso resaltar su aspecto ejemplar de docente, auque no olvidó mencionar su eficaz labor de gestor, tanto como Decano de la Facultad, como otras veces que ocupó cargos importantes en la misma. En nombre de la institución que representaba, y en el suyo propio, le dio las gracias, y pidió que los centros de interés que formaban Galicia y Rumanía, tuviesen continuidad, por lo que le animó a seguir trabajando.

En el acto, y en la posterior comida en el Hotel “7 Coronas”, estuvieron presentes la Secretaria General de Política Lingüística de la Junta de Galicia –cuya Comunidad Autónoma tiene previsto hacerle su propio homenaje el 17 de julio–, Catedráticos de Santiago de Compostela y Oviedo, y se leyeron diversos escritos de apoyo. Al final, le entregaron diversos obsequios, entre los que estaba un cuadro pintado por José Martínez Ruiz (Pepe “el de Ovidio”).

Entre los asistentes, una nutrida representación de Alguazas, encabezada por el Alcalde, que impuso a Hernández Serna el Escudo de la Villa (ya poseía el antiguo); la Concejala de Cultura, Isabel Zamora; el Catedrático de Geografía, Francisco López Bermúdez; el Director del C.E.I.P. “Monte Anaor”, Isidro Cantero; el ex–Director del mismo centro, José Miguel Matencio; el polifacético José Martínez Ruiz; el empresario Ulpiano Céliz; la profesora del I.E.S. “Villa de Alguazas, Bárbara González Serna; y el Cronista Oficial de la Villa, Luis Lisón Hernández.