San Agustín “chico” en casa

Esta mañana, a las 12, el Director General de Cultura, José Miguel Noguera Celdrán, ha presentado a los medios informativos, en el Centro de Exposiciones de “Verónicas”, tres nuevas imágenes restauras por el Centro de Restauración de dicho nombre, que dirige Francisco López Soldevila.


En esta ocasión se trata de “El Cristo de Zalamea”, obra del siglo XVI que podría atribuirse a Jerónimo Quijano, de la Capilla del Hospital “Reina Sofía”; la “Virgen de la Soledad de los Pobres”, obra de Juan González Moreno, de la Cofradía Marraja de Cartagena; y San Agustín, pequeña talla en madera policromada, situada hasta ahora en una hornacina de la fachada de la Iglesia parroquial de Ojós.

El denominado San Agustín “chico”, que se muestra con el hieratismo y frontalidad propios para el sitio donde iba a ser expuesto, es una escultura que se tenía por originaria del siglo XVIII, pero cuya antigüedad real no pasa más allá de la mitad del siglo XIX. Según informó el Sr. Noguera a los que estábamos presentes, el coste económico de la restauración ha importado 12.000 €.

Como se puede ver en las imágenes adjuntas, tomadas antes de iniciarse el proceso de restauración, presentaba un aspecto lamentable, por haber estado expuesto largo tiempo a las inclemencias del tiempo, por lo que en lo sucesivo deberá situarse en el interior del templo parroquial.

Tras la intervención del señor Noguera, que tanto está contribuyendo a la recuperación del patrimonio monumental de la villa de Ojós, ha tomado la palabra un representante de cada una de las entidades propietarias de dichas tallas, haciéndolo por San Agustín, don Juan Alfonso Breis, cura párroco de dicha localidad, que ha expresado grandes elogios para todos los miembros que han intervenido en dichas restauraciones.

Finalmente, se han firmado los correspondientes documentos de entrega de las obras, y nuestro San Agustín, convenientemente embalado, y escoltado por don Juan Alfonso Breis Abellán, don Francisco Salinas Palazón y don Antonio Avilés Moreno, ha sido transportado hasta su Iglesia, siendo recibido por los feligreses con gran alegría y el estallido de los fuegos de artificio.

Próximamente quedarán ultimados también, los trabajos de restauración que se ejecutan en la talla de la Dolorosa, a fin de que para Semana Santa esté de nuevo entre nosotros.