Mateo Tello y su tradicional matanza
Como viene siendo tradicional cada primer domingo de diciembre, mi primo Mateo Tello Lisón ha efectuado la tradicional y típica matanza de un cochino, para degustarlo con la familia, amigos y clientes.
Fumar conduce a la muerte... Durante todo el día, un rosario de personas hemos pasado por su chalet del Cabezo de la Zobrina, para dar cumplida cuenta de las sabrosas viandas.
Unos han permanecido durante toda la jornada, otros solo un rato, bien por la mañana, a mediodía o por la tarde. De modo y manera que los asientos siempre estaban ocupados, aunque de manera escalonada.
Como de costumbre, “el Pajero” ejerció de matachín, muy bien ayudado por su consorte. Este año las morcillas le han salido de rechupete.
Como es natural, diversos miembros de la familia suelen ayudar en las variadas tareas.
Tras dar cuenta de los aperitivos, magra, tocino a la brasa, morcillas y demás delicias del marrano, dicho sea con perdón de los presentes; llegó el turno a las migas, enriquecidas con diverso tropezones, sus ñoras, ajos tiernos y demás.
De la elaboración de las mismas se ocuparon Paco “el Esquilador” y Joaquín Tello, en una de las sartenes;
... y el propio Mateo Tello, con algún que otro “pinche”, en la otra. Como con ambas sartenadas no hubo bastantes, Paco y Joaquín tuvieron que repetir otra ración. La cual, según los que la probaron, le salieron mejores que las primeras. Y es que no hay nada como la práctica y la experiencia.
Tras las migas salieron los dulces, las frutas y las bebidas, y como no podía ser de otro modo, los exquisitos buñuelos que prepara con gracia y donaire Angelita Almaida.
Mientras, en una de las terrazas, se desarrollaba el campeonato de dominó, en el que este año han participado 12 contendientes. Quienes se disputaron tres trofeos.
Parece que está bueno...
En la tarea de dar cumplida cuenta de los buñuelos nos encontrábamos, cuando he aquí que un mirón nos estuvo sobrevolando colgado de su parapente y con el motor a las espaldas.
Unos han permanecido durante toda la jornada, otros solo un rato, bien por la mañana, a mediodía o por la tarde. De modo y manera que los asientos siempre estaban ocupados, aunque de manera escalonada.
Como de costumbre, “el Pajero” ejerció de matachín, muy bien ayudado por su consorte. Este año las morcillas le han salido de rechupete.
Como es natural, diversos miembros de la familia suelen ayudar en las variadas tareas.
Tras dar cuenta de los aperitivos, magra, tocino a la brasa, morcillas y demás delicias del marrano, dicho sea con perdón de los presentes; llegó el turno a las migas, enriquecidas con diverso tropezones, sus ñoras, ajos tiernos y demás.
De la elaboración de las mismas se ocuparon Paco “el Esquilador” y Joaquín Tello, en una de las sartenes;
... y el propio Mateo Tello, con algún que otro “pinche”, en la otra. Como con ambas sartenadas no hubo bastantes, Paco y Joaquín tuvieron que repetir otra ración. La cual, según los que la probaron, le salieron mejores que las primeras. Y es que no hay nada como la práctica y la experiencia.
Tras las migas salieron los dulces, las frutas y las bebidas, y como no podía ser de otro modo, los exquisitos buñuelos que prepara con gracia y donaire Angelita Almaida.
Mientras, en una de las terrazas, se desarrollaba el campeonato de dominó, en el que este año han participado 12 contendientes. Quienes se disputaron tres trofeos.
En la tarea de dar cumplida cuenta de los buñuelos nos encontrábamos, cuando he aquí que un mirón nos estuvo sobrevolando colgado de su parapente y con el motor a las espaldas.
Etiquetas: Alguazas. Noticias
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