1ª Misa de Antonio José Martínez Lázaro
El pasado 28 de junio nuestro señor Obispo, don Juan Antonio Reig Plá, ordenó cinco nuevos sacerdotes en la Catedral de Murcia.
Entre ellos estaba Antonio José Martínez Lázaro, seminarista de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, al que hace mucho tiempo que conocemos por sus actividades en la misma. Dirigía en aquel entonces un coro que estaba formándose, y en el que se integró como guitarrista mi hijo Néstor.
Antonio siempre ha sido un joven dispuesto y agradable, al que un buen día Dios llamó para que apacentase sus corderos y sus ovejas. No era un crío, pues ya contaba con los años necesarios para saber muy bien lo que hacía y lo que le interesaba.
Esta tarde, a las ocho, en el templo carmelitano ha cantado su primera misa. Una Eucaristía de Acción de Gracias, que ha concelebrado con otros treinta compañeros y amigos, entre sacerdotes y algunos condiscípulos del Seminario.
A su diestra el Cura párroco, don José Carrasco, y a su izquierda don Francisco Cerón, que lo fue anteriormente. También ha estado presente aquel Coro que él formó y dirigió, y que aunque disgregado hace tiempo, ha vuelto para la ocasión, pues el acto se lo merecía. El templo completamente lleno.
En la homilía, don Francisco Cerón ha recordado cómo lo conoció hace algo más de 16 años, y del modo en que se despertó en Antonio la vocación, con sus dudas y sus vacilaciones, pero con su valentía para decir sí. También ha aprovechado el momento para darle algunos consejos, como veterano que es, pues ejerce ya de sacerdote más de 51 años.
Al finalizar la Eucaristía ha tenido lugar el tradicional besamanos, teniendo a ambos lados a sus padres, a quienes yo conocía desde hace muchos años, pero que hasta esta tarde no supe que lo eran. Fue una agradable sorpresa.
Entre ellos estaba Antonio José Martínez Lázaro, seminarista de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, al que hace mucho tiempo que conocemos por sus actividades en la misma. Dirigía en aquel entonces un coro que estaba formándose, y en el que se integró como guitarrista mi hijo Néstor.
Antonio siempre ha sido un joven dispuesto y agradable, al que un buen día Dios llamó para que apacentase sus corderos y sus ovejas. No era un crío, pues ya contaba con los años necesarios para saber muy bien lo que hacía y lo que le interesaba.
Esta tarde, a las ocho, en el templo carmelitano ha cantado su primera misa. Una Eucaristía de Acción de Gracias, que ha concelebrado con otros treinta compañeros y amigos, entre sacerdotes y algunos condiscípulos del Seminario.
A su diestra el Cura párroco, don José Carrasco, y a su izquierda don Francisco Cerón, que lo fue anteriormente. También ha estado presente aquel Coro que él formó y dirigió, y que aunque disgregado hace tiempo, ha vuelto para la ocasión, pues el acto se lo merecía. El templo completamente lleno.
En la homilía, don Francisco Cerón ha recordado cómo lo conoció hace algo más de 16 años, y del modo en que se despertó en Antonio la vocación, con sus dudas y sus vacilaciones, pero con su valentía para decir sí. También ha aprovechado el momento para darle algunos consejos, como veterano que es, pues ejerce ya de sacerdote más de 51 años.
Al finalizar la Eucaristía ha tenido lugar el tradicional besamanos, teniendo a ambos lados a sus padres, a quienes yo conocía desde hace muchos años, pero que hasta esta tarde no supe que lo eran. Fue una agradable sorpresa.
Etiquetas: Murcia
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