Ayer tarde comenzó la Semana Santa de Alguazas con una eucaristía
oficiada por el Cura párroco, y que estuvo amenizada por la Banda de Cornetas y
Tambores “Samaritana”, que, en diferentes momentos interpretó “Sangre y agua”,
“La Pasión”, “Marcha Real”, “Bendición”, “Conjuro de Medea”, “Monte Sión” y
“Triana te corona”.
Acabada la santa misa, la Presidenta de la Junta de Cofradías y
Hermandades Pasionarias, Ascensión López López, pronunció unas palabras para
anunciar los actos programadas para la Semana Santa de 2014, y presentar al
pregonero de este año, encarnado en la persona de José Antonio Fernández Lladó,
Alcalde de la villa, que había sido elegido por su decido apoyo a los desfiles,
tanto de manera personal como institucional.
Y llegó el momento esperado por la numerosa concurrencia, que llenaba
por completo el templo parroquial de san Onofre, con la presencia en el
presbiterio de José Antonio (Alguazas, 1966), quien tras unas frases
introductorias sobre el sentido de la Semana Santa, saludó a todos los
presentes, y en especial al Delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma de
Murcia, Joaquín Bascuñana García; María Ascensión Carreño Fernández, Diputada
en el Congreso de la Nación; Mónica Chapa Sancho, Teniente de la Guardia Civil;
Presidenta de la Junta de Cofradías y Hermandades Pasionarias de Alguazas;
Reverendo Sr. Cura párroco, y antiguos pregoneros de la Semana Santa alguaceña,
de los que recuerdo estábamos presentes siete de ellos.
Seguidamente tuvo unas palabras de agradecimiento para la Junta de
Cofradías, por haberlo elegido para la presente ocasión, hecho que, dijo, le ha
llenado de satisfacción.
Centrándose en el tema que le ocupaba manifestó, que la Semana Santa de
Alguazas se vive de una manera diferente, más próxima; que detalló hablando
sobre el ambiente que la rodea y sus circunstancias, destacando que era una
tradición de siglos.
Evocó los recuerdos relacionados con su infancia, que eran un vendaval
de sopor que le envolvía, que le traía al Señor. Empezó como monaguillo, en
tiempos de don Antonio Meseguer Montoya, ayudando en todas aquellas actividades
que le encomendaban, pasando más tarde a desfilar como gastador del Grupo de
Cornetas y Tambores de la Organización Juvenil Española (OJE), que por entonces
comandaba Ulpiano Célis, destacado procesionista de la localidad.
Expresó que tenía pobres palabras para explicar la densidad del
misterio, de la identidad de Jesús de Nazaret…, la Voz…, el Maestro.
A continuación hizo un recorrido cronológico y descriptivo de las
procesiones, día por día y cofradía por cofradía. En ese recorrido recordó a su
abuela Joaquina Fernández Bravo, muy amante de la Dolorosa, cuya pasión
trasmitía a sus familiares más allegados.
Al hablar del Domingo de Ramos, dijo que Alguazas ese día se convierte
en Jerusalén, la Ciudad Santa; y cuando se ocupó de los actos del Miércoles
Santo, y destacó el Vía Crucis que se desarrolla partiendo de la Ermita del
Carmen, evocó diversos momentos de la pasión.
En sus evocaciones sobre el día del amor fraterno, Jueves Santo, puso
como hitos destacados la eucaristía, el lavatorio, el monumento, y las muchas
personas que ese día se sumaban a Jesús acompañándole en la pasión. Momento en
el que recordó a Margarita Lladó Fernández, su madre, que quedaba velando al
Santísimo Sacramento hasta la madrugada. Esa noche, en la procesión, el Cristo es
el portavoz de los vencidos del mundo.
Recuerdo especial tuvo para la tradicional “Carrera”, doloroso
espectáculo en el camino hacia el Calvario, que se desarrolla en la mañana del
viernes. Contrapunto a todo ese dolor y pasión es el conjunto formado por la
Samaritana y el Señor del Pozo.
Continuó recordando que este año la hermandad de la Verónica tenía una
doble satisfacción: los 50 aniversarios de la llegada a Alguazas de la imagen titular,
obra del afamado escultor José Sánchez Lozano; y su protagonismo en el Cartel
de este año. Dio como primita, que la citada hermandad estrena este año tres
nuevos estandartes. Felicitó por ello, muy particularmente a Antonio Mundo y a Cecilia, su esposa, a Juan José García
Sandoval, su presidente, y a los hermanos.
Resaltó al hablar de “la Carrera”, que en ella va la imagen de Jesús
Nazareno, cuyo titular desfila en nuestras procesiones desde hace siglos, y
cuya hermandad se reorganizó en los años finales del siglo XIX (1883).
Ese día, por la noche, previa bajada del “Señor de la Cama” al templo
parroquial, desde la ermita de la Purísima, sale la procesión del Santo
Entierro, donde desde hace muchos años, un piquete de la Guardia civil escolta
al Cristo Yacente.
Analizando toda la pasión y sufrimientos del redentor, dijo que era el
momento de que todos nos hiciésemos la pregunta: … ¿Y yo, qué hago por Él? Tras
desfilar el cortejo pasionario, añadió, llega una noche de repliegue, a la
espera de la floración de corazones.
Sábado Santo es el día de la reflexión en silencio. Y luego, la Noche
Santa, la Pascua, y la Resurrección. Con las habituales felicitaciones y la
degustación de chocolate y monas.
Apenas queda tiempo para descansar un rato, breves horas, pues el
domingo, muy temprano, los cohetes anuncian la Resurrección. El Señor se
encuentra con su madre, y madre nuestra, en la Procesión del Encuentro, que
recorre algunas calles a toda velocidad con pequeñas imágenes.
Sin solución de continuidad, sale la procesión del Resucitado, donde es
claramente perceptible el cambio en las caras de los nazarenos. En ella, el
Demonio vencido, y el “baile de los santos”.
Todo ello, dijo, es un legado de cofradías y hermandades, de
procesiones, de fe. Son regalos del pasado, que podemos saborear en el
presente, y lanzar hacia el futuro.
No olvidó recordar a sus hijos Álvaro y Guillermo, enrolados en sendas
hermandades.
Tuvo un elogia para los anderos, que son protagonistas del gran espectáculo
del Domingo de Resurrección. Asimismo loó a las bandas de cornetas y tambores y
a los antiguos y simpáticos Armaos. Conjunto de legados de nuestra Semana
Santa, que tiene una existencia de más de cuatro siglos.
También elogió a las madres y mujeres, que estos días desarrollan actividad
múltiple, tanto en las tareas relacionadas con la Semana Santa como en la
preparación de los alimentos que se consumen, incluida, entre ellas, María
Teresa, su esposa.
El pregonero terminó su intervención con un ¡Viva Alguazas! ¡Vivan las
procesiones de Semana Santa!
Tras la estruendosa ovación que premió su discurso, se hizo entrega de
diversos objetos, tanto al pregonero, como a la presidenta de la Junta de
Cofradías y Hermandades, Ascensión López, y a su antecesor en el cargo, durante
siete años, Fernando Pinar Bermúdez.
Cerró el entrañable acto, la citada Banda de CC y TT “Samaritana”,
interpretando “Triana te corona”, original de Jorge Águila Ordóñez e Isaac
Gómez Jiménez.
Luis
Lisón Hernández
Cronista
Oficial de Alguazas
Etiquetas: Alguazas Semana Santa