Con el tradicional Viernes de Dolores podemos decir sin paliativos que nuestra Semana Santa ya está presente en nuestras calles. Alguazas no podía ser menos, y en este año en que contamos con un nuevo consiliario, existe cierta expectación por comprobar si se mantiene al menos el nivel de años precedentes, y a la vez impera la cordura y van desapareciendo algunas malas costumbres que desdicen los desfiles pasionarios. Se impone pues, una mayor disciplina, acorde con unos actos de fe, devoción y sacrificio, que puedan recordarnos, aunque sea ligeramente, a desfiles de otro tipo. Así lo veo yo, y así opinan muchos vecinos.
Las perspectivas que nos anuncian algunos preparativos y novedades nos hacen ser optimistas, pues evidencian que hay ganas de trabajar. Hoy, y ya está puesto en el altar al lado de la Virgen,
será bendecido un ángel, lo mismo que se hará
con otros dos que lucirá a su pies la Dolorosa.
También se presentará una
exposición de fotografías retrospectivas de Semana Santa, merced al tesón e interés que pone en todas sus cosas el profesor
Joaquín Hernández Yelo, quien me consta ha estado pateando todo el pueblo en busca de material apropiado.
Hace unos días, cuando inserté en este medio el programa y horarios de nuestra semana mayor, coloqué una fotografía, de ese hombre bueno que ha sido siempre
Antonio Almaida, a quien el pasado 17 de marzo se rindió un más que merecido homenaje por una larga trayectoria de más de cuarenta años dedicados a arrimar el hombro por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y por nuestra Semana Santa. Sentí mucho que otro compromiso ineludible me impidiese acompañarlo en tan emotivo acto, en el que
Fernando Pinar Bermúdez, como Hermano Mayor, le entregó una placa de agradecimiento; en presencia de muchísima gente, entre las que se encontraba otra persona a quien también quiero y aprecio mucho,
Diego Fenollar Martínez, que pese a ser ya octogenario no puede olvidar su pueblo, sus gentes y sus tradiciones, y más aún desde que reside en esta ciudad de Murcia.
El paso de la Cruz, de la procesión del Santo Entierro, contará este año con un
nuevo gallo, y el domingo de Resurrección desfilará con la Cruz un
nuevo sudario bordado en oro y pedrería. Tampoco me olvido de nuestros antiquísimos
“armaos”, que datan nada menos que (hasta lo que yo he descubierto), de finales del siglo XVIII, los cuales tras una sentida ausencia por motivos que no quiero exponer aquí y ahora, saldrán otra vez este año. Presiento que
José María “el Chusco” estará más contento que unas pascuas, con todo lo que ha sufrido y trabajado por conseguirlo. Armaos de los que un buen día descubrí que se hablaba de ellos nada menos que en América, y de los que me sentí orgulloso hace unos años viendo como la gente de Murcia los aplaudía calurosamente desfilando en la procesión de los Coloraos, la tarde-noche de Miércoles Santo.
Y para no alargarnos más, decir finalmente que el sábado día 31, tras la misa de la tarde, nuestro paisano e “Hijo Adoptivo” de Las Torres de Cotillas,
Antonio Salvador Pérez Vicente, Cura párroco de la Iglesia de Nuestra Señora de la Salceda, pronunciará el tradicional y acostumbrado
Pregón de la Semana Santa; acto al que indudablemente no podré asistir, ya que a la misma hora, poco más o menos, estaré haciendo otro tanto en el templo de San Sebastián de Ricote.
Añadiré un aviso. Esta noche, a las 20:30, se presentará en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, un nuevo trabajo de
Ulpiano Céliz García, que bajo el título
Alguazas: la historia en sus documentos, apadrinará el
Dr. Joaquín Hernández Serna.
Entre las actividades previstas para ayer en Alguazas, les podemos dar cuanta de la bendición efectuada en la Iglesia, de un Ángel Glorioso que anónimamente ha donado un matrimonio, y cuya imagen les ofrecemos adjunta; la cual está previsto que desfile el próximo Domingo de Resurrección. Así como de la presentación ante un público numeroso, del libro de Ulpiano Céliz García, Alguazas: la historia en sus documentos, efectuada por el Dr. Hernández Serna en el Salón de Plenos de Ayuntamiento.
