Ayer tarde tuve la satisfacción de acercarme hasta Archena, con motivo del I Seminario Internacional permanente sobre Exilios, Refugios y Permanencias en la histórica de los Mundos Ibéricos.
El acto, organizado por el Ayuntamiento de Archena y Red Columnaria, gracias a las eficientes gestiones de José Javier Ruiz Ibáñez y José Miguel Abad González, tenía en esta ocasión un atractivo subtítulo, Vecinos molestos o realidades complejas: resistencia, residencia y asimilación de minorías “sospechosas”, y la presencia siempre querida y deseada del profesor Bernard Vincent.
No pudo asistir para presidir la sesión, como estaba anunciado, el doctor Juan Francisco Pardo Molero, de la Universidad de Valencia, ni la Alcaldesa de la Villa, Patricia Fernández López, por encontrarse enferma.
Presentó el Seminario y motivó su realización, el profesor Vincent, quien adelantó que está previsto tenga una periodicidad anual, al menos hasta el año 2014, coincidiendo con el IV centenario de la expulsión de los moriscos del Valle de Ricote.
En ausencia de la primera edil, correspondió inaugurar el Seminario a la Concejala de Cultura, Turismo y Medio Ambiente, Magdalena Ortiz Cantó, quien excusó dicha ausencia y se congratuló de la presencia de los asistentes, a la vez que agradeció a José Miguel Abad su valiosa colaboración.
Tras sus palabras, pasó a presidir la mesa para coordinar el acto, nuestra amiga Carmen González Martínez, Catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Murcia, quien glosó la figura del profesor Ronald Raminelli, de la Universidade Federal Fluminense, Río de Janeiro; quien disertó sobre Recife (Brasil) c. 1654-1744: Cofradía, milicia y elite negra.
El prof. Raminelli centró su disertación en las situaciones que se crearon con diversos esclavos que sirvieron como militares en la guerra contra la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales, cuando tuvo lugar la segunda ocupación, entre los años 1630 y 1654. Pues al acabar dicha guerra se les negaron los derechos adquiridos durante la contienda, permaneciendo como esclavos y se les ocuparon las tierras adquiridas. Por ello crearon una cofradía civil, que motivó el rechazo del Obispo de Pernambuco y la subsiguiente intervención de la Inquisición, que llevó a Lisboa y juzgó a dos de sus principales cabecillas.
Seguidamente, y tras la oportuna presentación a cargo de la profesora González Martínez, hizo uso de la palabra el profesor Bernard Vincent, que desarrolló su conferencia titulada Más allá de los moriscos: los musulmanes en la España Moderna.
El señor Vincent, habló en primer lugar del libro “Las milicias del rey de España. Sociedad, política e identidad en las Monarquías Ibéricas”, que coordinado por el prof. Ruiz Ibáñez, ha publicado recientemente en Méjico la Red Columnaria, lo que confiere a su contenido un marcado carácter de interés internacional.
Con la maestría con que nos tiene acostumbrados, desarrolló su amena disertación comenzando por decir, que sabemos mucho sobre los moriscos, pero que también queda mucho por aprender sobre ellos. Momento que el señor Vincent aprovechó para citar a Luis Lisón, como gran conocedor del retorno al Valle de Ricote de los moriscos expulsados.
Señaló una idea: Se dice que el Islam desapareció de España entre 1609 y 1614, entonces, ¿no había desaparecido en 1492? Ciertamente no, pues quedó un Islam más allá de aquellas fechas. De todas maneras, digo musulmanes con cierto reparo, pues eran descendientes de personas que habitaban el territorio desde hacía siglos, y cuyos abuelos y antepasados habían recibido el bautismo.
Además, llegaron otros durante los siglos XVI, XVII y XVIII, para refugiarse en tierras cristianas. Entre ellos, príncipes de Marruecos, Túnez y Tremecén, que no venían solos, sino acompañados de un séquito que podrían ser 300 personas. Por ejemplo, tras la Batalla de los tres Reyes, en la que murieron los tres, miles de musulmanes se refugiaron en la península, sobre todo en Portugal, pasado gran parte, primero a Carmona, donde fueron recibidos con recelos, incluso una vez bautizados, por considerarlos parte de una posible “quinta columna”, y desde allí, posteriormente, a Andújar.
Citó el libro de Beatriz Blanco, donde se cuenta de 80 príncipes, que para evitar la cercanía al mar fueron llevados a Navarra y Galicia.
Otro inmenso bloque es el de los cautivos y esclavos, de una y otra parte, pudiéndose decir que en Argel había unos 15 ó 20.000. Dio noticias también sobre el mercado de esclavos en España, y de los berberiscos libres que venían “a convertirse”. Estas personas eran miles y miles. Añadió, que se conoce la existencia de comunidades musulmanas en Mula y Cartagena, cuyas noticias han llegado por ciertas disputas o pleitos. Entre las curiosidades que narró, está lo del sincretismo que existió en San Ginés de la Jara, término de Cartagena, donde se veneraba a un supuesto descendiente de Mahoma.
Finalizada su valiosa intervención, que fue muy aplaudida, se abrió un coloquio, que giró en torno a los príncipes musulmanes de Tremecén, del periodo 1540-1550; y sobre las prácticas de exclusión social entre los miembros de las diversas minorías.
Por no conocer aún el Museo de Archena, inaugurado el pasado mes de marzo, acudimos al lugar con cierta anticipación, por lo que pudimos hacer un recorrido por las instalaciones; el cual repetimos poco después acompañando al profesor Bernard, a quien obsequiamos con varias de nuestras más recientes publicaciones.
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