A las ocho de
la noche de ayer, 26 de noviembre, ante unas cien personas congregadas en el
Salón de Actos del Palacio Almudí, L’Ajuntaera pa la plática, el esturrie y’el
escarculle la Llengua Murciana, inició el desarrollo de los jornadas que ha
programado para su XXIV Semana la Llengua Murciana.
Ocupó la
presidencia de la mesa, adornada como pueden ver por níspolas y limones, el
doctor Agustín Navarrete Montoya, Diputado Regional y Presidente de la Junta
Regional de la Asociación Española contra el Cáncer. A quien acompañaban
Frasquito Fernández Egea, Presidente de L’Ajuntaera; Luis Lisón Hernández,
“Presonaje Delustre”; Benjamín Corbalán López,”Breva Macoca; y, como Manejero,
Francisco Medina Ortín.
Tras la
apertura de la jornada, a cargo de Francisco Medina, intervino Antonio López
Vidal “el Moreno”, con un Comenciquie
Puético, donde glosó las experiencias y sentimientos de un abuelo, con
motivo del nacimiento de su primera nieta.
Seguidamente
ocupó el atril la profesora Enriqueta Egea Fernández, quien poniendo de
manifiesto una vez más su acreditada vena poética, recitó la Suflama pal Breva
Macoca, Benjamín Corbalán López, en la que nos descubrió diversos pasajes de su
vida como músico, fotógrafo y escarcullaor de las costumbres murcianas.
Benjamín, aunque nacido en el Barrio del Carmen, de Murcia, donde su padre
ejercía como ferroviario, es hijo de alguaceños, y en Alguazas contrajo
matrimonio con Resurrección Martínez Sarabia.
El galardonado
recibió la Breva Macoca, moldeada por la escultora Marlén, y a continuación
pronunció unas breves palabras, en las que puso de manifiesto que buena parte
de su amor por la huerta de Murcia se deben a su profesor de música, quien le
llevó por multitud de pueblos y lugares, los cuales él, después, ha recorrido
de nuevo, cuando practica su afición por la fotografía. Pero que desconocía
dicha huerta antes de cumplir la edad de catorce años.
Acabada la
intervención de Benjamín, tocó el turno a Francisco Medina Ortín, encargado de recitar
la Suflama pal Presonaje Delustre.
Se expresó en
estos términos:
«PA LUIS LISÓN HERNÁNDEZ
(Un Delustre con mucho lustre)
¡Y vaya menúo
encargo
m'ha endirgao
L'Ajuntaera!
Icir en una
suflama
y no en emasiás lletras,
to lu que se puea icir
d'esta grandisma lumbrera.
Gran responsabilidá
la qu'acetar
contrallera;
pero honor, al mesmo tiempo,
si soy capás en hacel.la
Su nacencia jue en
Alguazas;
es icir, la Vega
Media.
Y dende mu
chiquitiquio
sintió que su
carruchera
era astudiar pa
Maestro.
Y lo logró a la
primera.
Dotorándose
dimpués
en Filosofía y
Lletras
(en la rama e l'Hestoria)
Y'ansí inició... su carrera.
Diplomao en
Genalogía
Heráldica y'otras
yerbas.
Radiofonista,
cronista...
Como maestro
d'escuela,
aemás de su saber
difundío con su cencia,
ejerció de monitor
en esa esforzá materia
de Física Educación;
la de correr y vortetas.
Haciéndolo con tal
tino,
edicación y
eficencia,
que sus zagales salían
campiones como al.letas,
no sólo d'aquí, de Murcia,
sino compitiendo ajuera.
¡Si allegó a ser
tamién,
anque ostés no se
lo crean,
álbitro, de lu que
llaman
por aquí,
balón-volea¡
Y mentres to esto
hací
s'encontró con la
que juera
su premier
y’úniquia novia,
el amor de su
entretelas;
su MarialCarmen del alma;
lu que más quiere en la tierra.
Que dimpués
d'encasullar,
le regaló las dos
perlas
de dos hijos, qu'engalanan,
con arbullo, su esistencia:
Néstor y
María Ester;
la
parejiquia prefecta.
Dende joven
s'encanó
en correr la carruchera
d'apriender y d'esturrear
lu que de saber pudiera.
Y no habío
Seminario,
Congreso u Conferencia,
Curso de dar o arripiar
rilacionaos con su enza
y'er mundo de su saberes,
que no diera u apirendiera.
Ratonciquio
colorao
d'Archivos y Librotecas
l'amoteó, con cariño,
cierto día, Juan Egea;
un güen amigao de siempre,
un panochista de veras,
con el que colaboramos
hace ya... ¡montón de yerbas!
en una Revista amá,
qu s'amoteaba "La Ceña",
que se parió y se crió
en er pueblo de L' Alberca;
que por cierto, el Luis Lisón,
dimostró a tos, con su cencia,
que su nombre verdaero,
contra lu que ambunos piensan,
es Alberca de las Torres,
y no tan sólo L'Alberca.
En este pueblo
bendito
tuvimos la conocencia
este Luis Lisón y yo,
y continúa pa inséculam.
Y siguemos la
retahíla
que la hestoria de Luis cuenta.
Una capaza de
pueblos,
sus Escudos y Banderas,
de su Heráldica, blasones,
ha proyectao a manos llenas.
Y s'ha ganao por
derecho,
por su enjundia y su nobleza
escudos de plata u d'oro
de lugares que lo aprecian
como Alguazas, Abarán,
o de su quería Alberca.
Güertano y
alguacereño
del año, tamién l'hacieran.
Dirige el Centro
d'Estudios
alberqueños. Ande
haciera
una labor muncho
grande,
d'empete, curtura
y cencia.
De llibros tié ya
escribíos
allá por unos setenta.
Y lo han
engalandonao
por el saber qu'esturrea.
Hista el “Luis
María Sobredo”,
premio de muncha solera
a nivel de toa España,
arripió pa su cosecha.
Pregonero de
copero
de Semana Santa y Fiestas,
de montonera de sitios
lu han nombrao por su escelencia.
D'Alfonso décimo,
“el Sabio”,
de su Real
Academia
Académico de lustre,
dinde los años nuventa.
Diplomas,
Certificaos,
Tétulos y toa la
pesca
de las ramas que
domina
los tié Luis, a
montoneras.
Si tuviá qu'icir
el numbero
en tocante a
Conferencias
qu'ha largao por
esos mundos,
nesecitaría dies
seras.
Sucina, Alguazas y
Ojós
tién a arbullo que
Luis sea
Cronista Oficial,
que narra
con maestría sus
vivencias.
Y si alguien se
prieguntara,
hecha un lío su
mollera,
que d'aonde saca el Lisón
el tiempo pa tanta enza,
si m'ascucha un momentiquio
tal ves le dé la rispuesta:
A las siete menos
cuarto
-¡de la mañá, claro quea!-,
salga el Sol o esté nublao,
haga viento, truene u llueva,
sea san José u san Flugencio,
día de navego u fiesta,
el reló despetaor
de su mesilla le suena.
Y más ligero qu'un
llampo
salta del catre y comienza
a trajinar, sin dejar
a títere con caeza.
Enchufa el ordenaor
y s'esayuna la plensa;
eso sí, comencipiando,
por leerse las esquelas.
No vaya ser qu'ambún día,
sin enterarse siquiea
por lo atareao qu'está,
l'haya diñao, por solpresa,
y'al menos, por esta guisa,
de lo sucedío s'entera.
Y si ambuno se
pensaba
qu'al jubilarse, siquiea
a repropiarse, una miaja,
iba el hombre en sus faenas,
de pe a pa s'enquivoca;
que Luis no para, ni piensa.
No sólo de los
Cronistas
Oficiales d'esta Tierra
Vicepresidior de toós
nuestro Luis Lisón ya era,
sino qu'aemás, por si un caso
a aburrísernos nos juera,
Sicretario de toa España
lo han nombrao hace dos fechas.
Y cuando le quea
un hueco...
y si no, lo saca, ¡lecha!,
en su “Miraor d'Alguazas”
por interné nus entera
de toas las cosas que pasan,
aquí drento y allá ajuera.
Y'arremato mi suflama,
sabiendo que me se quean
mil cosas más por icir
d'este de veras lumbrera.
Hay quien dice y
asegura,
haciéndolo con franqueza,
que Luis es güena presona,
de las que poco ya quean.
Pero yo no estoy
conforme.
Anque ostés no me lo crean.
No es una güena presona;
es: ¡una presona güena!
Qu'es lo mesmo y no es lo mesmo.
Y'el que quiea que comprienda.
Sólo me quea, y en
nombre
de nuestra amistá sinncera
qu'amasamos dende antaño,
y que dure, y Dios lo quiea,
agraecerte qu'esta noche
nus honres con tu priesencia;
Delustre con muncho lustre
como tu hestoria dimuestra.
¡Un abrazo mu
chillao
te mando con toas mis juerzas!
Murcia,
Palacio Almudí.
26 noviembre
2012 XXIV Semana la Llengua.»
Seguidamente,
Luis Lisón pronunció la siguiente plática:
«Muy
buenas noches a todos.
En
primer lugar es de obligada nobleza, mostrar mi agradecimiento a L’Ajuntaera, por el detalle y atención
que han tenido al designarme “Presonaje
Delustre” de la presente edición de la Semana la Llengua Murciana; distinción
que, estoy seguro, se debe más al afecto y cariño que me tienen los buenos
amigos con que cuento en su Junta Directiva, que a los modestos méritos que yo
pueda atesorar.
Dicho
lo cual, y con el beneplácito de los presidiores
de la mesa, he de significar la satisfacción que siento por el hecho de que Francisco Medina Ortín haya sido quien
pronuncie la Suflama en mi honor, ya
que son tantos los años de amistad que nos unen –y no los diré, para que no se sepa lo macocos que somos, …aunque se barrunte–, que no se sabe bien
que es lo que nos une más, si lo divino o lo humano.
Hablar
de Paco Medina, de su manera de ser,
finura y gracia al escribir, caballerosidad y tantas otras facetas que le
adornan, sería una frivolidad por mi parte, ya que todos le conocéis tan bien,
que sobran las explicaciones. Gracias pues, y gracias asimismo a Paco Férez, de quien sé estaba al quite
por si tenía que actuar de sobresaliente en esta lidia.
**************
Creo
yo que se espera de mí, que ahora esperfolle
algunas cosas sobre nuestro llenguaje;
y no me apartaré de mi obligación, aportando algunas curiosidades sobre el uso
de la lengua en el Valle de Ricote, pues en nuestras investigaciones en los
archivos aparecen con frecuencia palabras que ahora, muchas, han dejado de ser
usadas. Lamento no haber tenido tiempo de tomar nota de ellas, pero entre los
documentos que trascribí textualmente, he localizado esta somera muestra:
Nombres
propios:
Joseph o Jusepe; San Tiago; Leonisio;
Bernabel (a veces apellido).
Apellidos:
· Miñano o Minano; Banegas o Benegas;
Mermejo; Casaco o Casa Cao; Saorín o Saurín; Garrio; Hoios y Oyos.
Topónimos:
· Abrán; El Val y La Val; Oxox; Reconque;
Huertecica; Baldericote; Villanueva de Val de Ricote.
Frutas:
· Bercoques y abercoques; malacatones; agrura
(incluye pomelos y bergamotos).
Telas y
tejidos:
· Sesseda; bobillo; batistilla; gámbano o
gánvalo; aforro; flecuo y flueco; terceado; morles.
Prendas de
ropa:
· Cornialtares o cornualtares; ijuelas
(trapos para tapar el cáliz); almática.
Muebles u objetos
de madera:
· Túmbo (catafalco); confisonario.
Objetos de
metal:
· Alatón; jisopo o guisopo; hostiario u
osteario; ysensario.
Otros
objetos:
· Livro; manifaturas; maderámenes;
horsica; los fares (faroles de Semana Santa); piececillo (soporte para una cruz);
cerones (bloques de cera); cajica (llevar el viático a los enfermos);
enpolletas (santos óleos).
Acciones:
· Pasádose; undir (fundir metal); baratar
(arreglar objeto roto); enlosetar; conpreda (equivamente a compra); padiciendo.
Materiales:
· Arguez (aljez, yeso); lana con nona (o
noña).
Animales:
· Choto.
Términos
agrícolas:
· Zurundaja (renta producida por varios
productos de escasa cosecha); esquimo (esquilmo; cultivo); baldido.
Profesiones,
oficios, cargos:
· Párrocho; teniente; fiel de fechos.
Acción en el
Tiempo:
· Siguientemente (a continuación);
decursas (producidas en cierto tiempo).
Lugar:
· Corateral (a un lado del templo o del
altar).
Flores:
· Armena y almena (armena, cierta flor
muy cara y estimada, a veces vendida en ramos).
Palabras diversas:
· Favrica; tapería; pergaminado; ostiatim
(pedir de casa en casa); segulares (frailes); beático (viático); ólio; quasi;
redificado; itinerario; aerentes (otras cosas); probentos (provechos); dezmera
(hacienda, casa pila); pergamine (que forre o encuaderne con pergamino); gonze
(gozne o visagra); guelos o güelos; Santa Vesita; finca (deuda a favor o en
contra).
**********
Dicho
lo cual, permítanme ahora que les hable de un personaje que lleva muy dentro de
las venas nuestro lenguaje murciano, y que cada vez que lo manifiesta, – es mi
modesta opinión –, lo hace bastante bien y con gran acierto. Me estoy
refiriendo a Juan José Egea Ballester,
un “zagal” de L’Alberca de las Torres, más conocío
entre nosotros por “Flugencio er
Verdolaga”, al que alguna vez he visto colaborando en la revista Enza.
Es,
¡pásmense ustedes!, la última reencarnación del que fue famoso arcarde de La Urdienca, er tío Antón Ratones, del que aún s’arremanecen angunos bandos en er culo’el
arca, que una de sus biznietas tié guardá en lo arto ê la sala, ande arza tós
los chismes y enseres de su bisagüelo.
Conozco
de sus escritos la friolera de 42 años, y aunque su producción literaria en
lengua murciana es muy extensa, su humildad, que raya con la cortedad, es tan
amplia que somos muy pocos…, por no decir una minoría selecta, los que hemos
podido disfrutar y nos deleitamos de su exquisito trabajo en este campo. Podría
decir que ha escrito de todo y sobre todo. A veces de manera tan crítica y
ácida, que no sabemos de dónde saca el valor para dar a luz ciertas denuncias.
Dispone
el que les habla, por graciosa donación del susodicho, de obras tan enjundiosas
como: El caldo de las olivas.- La crianza der busano.- Invitación a boda.- Remaniente a una ensamblea. Memoria
breve del viejo Cementerio. Y una “sinfinitud”
de poesías, bandos y otros trabajos; muchos de los cuales se publicaron en la
revista mensual “La Ceña”, de la que
fue redactor durante 14 años; contando en su equipo de redacción con nuestro
común amigo Paco Medina y el que les habla.
Pues
bien, hace unos cuantos meses me enseñó, y dejó a mi disposición, los primeros
folios de un trabajo que acaba de empezar, con el que quería trascribir a
lengua murciana los cuatro evangelios del Nuevo Testamento.
La
lectura me agradó de tal manera, que le insistí una y otra vez en que aquel
trabajo debería llevarlo a buen término. Pasó el tiempo y dicha pretensión tuvo
que esperar. Una grave operación a su esposa, y las que a él le han practicado
en la boca y la vista, que ha quedado muy mermada, han estado a punto de dar al
traste con el intento.
Pero
las apremiantes solicitudes que le hemos dirigido en este tiempo no han caído
en saco roto, y ya disponemos, a falta tan solo de pulir algunas cosas, de una
obra que pienso puede estar entre nuestros referentes lingüísticos; y que debe
ser dada a la imprenta para conocimiento y satisfacción de todos en general.
Voy
a leerles un par de fragmentos, para que se hagan ustedes una idea del
contenido:
1. El misterio ë la
concerción der Jesús reveláo ar tío Pepe.
Er tio Pepe (u séase, San José) ya era viejo cuando se casó con
la María (u sea, la Virgen), siendo ésta mú joven, cuasi una zagala;
poique al morirse sus páeres, (primero jué el páere y alluego su máere),
se queó sola y êsampará, que ni-tan siquiá tenía pa comer la probe. La Ley ê
los Judíos d’antonces disponía que en esos casos: “tenía que desposarla
el pariente más cercano que no tuviá gente a su cargo”. Y como er tío Pepe
era pariente ê la María, que venía por parte de la máere y‘era viudo tuvió
qu’hacerse cargo d’ella y tomarla bajo su proterción, pô encomedio der
matrimonio, pôique asín lo mandaba la Ley.
Asín-es-que entavía ni-siquiá s’habían
acostáo juntos, cuando la María s’aprecibió ê qu’estaba una miaja preñaíca.
Antonces... er tío Pepe, siendo como era un hombre résto y gûeno, y no
queriendo ênunciarla ni rerpudiarla pô aquéllo, êcidió rerpudiarla
secretamente; y yá estaba risuerto h‘acerlo, cuando un día que s’había queáo
una miaja clisáo y traspuesto, en la siesta dimpués de comer, se l’apaició un
ángel del Señor que le íjo asín al oído, abonico:
“Tio Pepe, nó pase osté cudiáo.
Osté, qu’es hijo y remaniente der tío David, que le vié la casta de lénjos, no
tenga reparo ni regomello denguno en acestar y traerse a su casa a la María como
esposa, póique lo que tié en la panza, nó es que s’haiga acostáo con náide ni
dengúno, sino qu’es por remanencía del Espíritu Santo.
¡Ande y nó sea osté tonto, y nó
haga caso d’hablaurías ê náide, ni ê puñeteríass dengúnas! Que la María es mú
gûena y mú durce; parirá un crío mú hermoso, ar que le pondréis por nombre
Jesulico, poique El salvará a su pueblo... y’ar mundo entero, ê tós los
pecáos... ¡Que son múnchos!
Asín se cumplió lo que el Señor había
anunciáo pô el prorfeta: “Mirar; la virgen concebirà y dará a luz un
hijo, y le llamarán Enmanuel, que quié icir Dios con nusotros”.
Al espertarse ë la siesta, er tío Pepe
hizo lo que l’había mandáo el ángel del Siñor y se llevó a su casa a la María,
y’ar cabo der tiempo parió un crío; ar qu’er tío Pepe le pusió er nombre de
Jesulico, como l’había dicho el ángel.
2. Marta y María.
Sigún iban ê
camino, argo cansáos ya, s’entró er Jesulico en una ardea, ande una mujer que
le icían la Marta, le dió hospeáje en su casa. Tenía ella una hermana, mayor
qu’ella, que se llamaba María.
Ésta, s’estaba
sentá en los piés der Jesulico ascuchando sus parabras, mentres que tós los
cudiáos ê la casa y del hospeáje, asín como la limpieza ê tó, corrían a cargo e
la Marta.
Antonces, la
Marta se plantó êlante der Jesulico y le îjo: Mira Siñor, mi hermanica m’ëja sola en tóas las labores ê la casa y yó
estoy yá harta, poique no doy abasto pa la comía, la limpieza y tó; asín es que
díle tú que m’ayude una miaja. Y’éjala yá ê contarle tantos cuentos. ¡Por
favor!
Entonces le
íce er Jesulico: ¡Marta, Marta! Te
precupas y t’apuras esmasiáo por múnchas cosas, anque en verdá pocas son las
nesezarias, ú mejor tavía..., basta una sóla. La María ha escogío la mejor
parte y no se verá privá d’ella.
Sí, – le
contestó la Marta. – ¡Pos a ver quién
pone la mesa pa comer, si nó hay quién s’aprepare enantes la comía! ¡Digo yó!
**********
Y
con este aperitivo les dejo, pues aunque la noche es larga, tengo que reconocer
que debemos reservar algunas horas para el catre.
Muchas gracias por su atención.»
El mismo Paco Medina corrió con
el encargo de entregar a Luis Lisón el texto que acababa de leer, y una placa con
el siguiente texto:
L’AJUNTAERA A
LUIS
LISÓN HERNÁNDEZ
“PRESONAJE
DELUSTRE”
XXIV SEMANA DE LA LLENGUA MURCIANA
Murcia, 26 Noviembre 2012
Manolo Sánchez
Montesinos, uno de los miembros más destacados de L`Ajuntaera, dedicó entonces
una composición personal para el Doctor Navarrete, en los siguientes términos:
«Suflama pal Presidior
Celentisimo siñor
d'encomedio de la
mesa
y otras delustres presonas
arrejuntás en la
mesma,
siñoras y caballeros
pa tuíquios ostés,
mu güenas.
Siento un arbullo
jampón,
en nombre eL'
Ajuntaera,
por haberme delegío
pa que, de jorma
direta,
le dé las jracias mu
gordas
a Don Agustín,
celencia,
por presidir esta
noche
y dalle injundia a
garberas,
ar comencipio
poético
d 'una Semana e la
Llengua
que l'arrempuja mu
fuerte
más p'allá e la
tratosfera.
Y, claro, tontos no
semos,
vemos rogao que
veniera
ar güenazo e
Navarrete
qu' es como er pan
de la güerta.
Es munchísmo enteligente,
más estuto que las
merlas.
A naide le ice que
no,
no tié tiempo
tansiquiera
d'estar con su
Marialcarmen,
la probe de su
parienta,
que tié qu'esfisar
afotos
pa ricordallo
¡Puñefla!
Sus tres zagales y
nietos
ni sus andares
ricuerdan.
Y es que no apara un
menuto
anque al vello nus
paesca
mesmamente un
zagaliquio
sartando tuiquias
las ciecas.
Dotor en Oncología
pos lucha como una
fiera
sin escúos y sin
lanzas,
pa dar remate al
poblema.
El furbo le
sastiface
anque no lo esfisa
apenas.
Le dan busto las corrías
(de toros, pa que
s'entienda).
No pué tragarse un güen
vino
con sus compáeres de
juerga,
ni siquiá en un
ventorrillo
de los carriles y
sendas;
le fartan horas al
día
a este méico de
primera.
Y como tós ya sabéis
priside con su
asperiencia
l' Asociación Contra
el... ese;
que caerá como una
breva.
Tié un capazo de
Merallas,
los Tétulos, ni se
cuentan,
y una sarria de
Dimplomas.
Es Deputao en
Cartagena.
Siempre está en ca
L'Arrisaca
u espicazando su
cencia,
y si anguno es que
lo duda,
qu'esfise la Tele y
Prensa,
pos sale tuiquios
los días
más qu'er Príncipe y
la Reina.
Jué un güenísimo estudiante
en Albós qu'esa es
su tierra.
Un desprendío zagal
y, to lo que justo
fuera,
hista que lo conseguía
no aparaba su
mollera.
Cuando allegó de
Graná
al rematar la Carrera,
comencipió en el
Palmar
a curar munchas
dolencias.
Un día y al Diretor
le pidió una miaja
audencia;
como no lo recibía
poiqu' entavía no
era
lo que jue poco
dimpués,
s' asentó en la sala
espera
y allí astuvo cuasi
un mes
hista qu'el otro
dijiera:
"¡Anda pasa, pasa adrento
y cuéntame lo que quieras!"
Repito, Don Agustín,
mil gracias por su
asistencia.
Manolo Sánchez Montesinos
26 noviembre 2012»
El mismo don
Agustín Navarrete pronunció unas palabras de agradecimiento, en las que narró
sus pasos iniciales por Murcia, su paso por la Antigua Residencia Virgen de la
Arrixaca, hoy Morales Meseguer, donde tuvo el honor de firmar el primer
historial clínico de la misma. Finalizó su intervención contando algunas cosas
de su vida y hechos en Murcia, y de su raigambre con esta tierra, merced a los
hijos que ha tenido con María del Carmen, su esposa.
Montesinos le
hizo entrega, en prueba de agradecimiento por su presencia, del emblema de
L`Ajuntaera, y asimismo de otros obsequios.
Cerró el acto
Francisco Medina, tras la intervención de Frasquito Fernández, el Presidente,
quien narró algunos aspectos de la labor que la asociación que preside viene
llevando a cabo desde hace bastantes años, y buena prueba de ello es esta Semana de la Llegua Murciana, que alcanzó ya sus XXIV edición.
Al acto
asistió también una representación de los buenos amigos que tengo en Alguazas,
Sucina y otros lugares de la tierra; el Presidente de la Asociación de
Cronistas Oficiales de la Región de Murcia; Diego Luis Pacetti López, Presidente de la Asociación
de Amigos del Museo Etnológico de la Huerta de Murcia, en Alcantarilla; y el
Vicepresidente de la Federación de Peñas Huertanas.
Etiquetas: Familia Lisón Briones